lunes, 29 de diciembre de 2014

Sabina - Chavela. Por el bulevar de los sueños rotos.

     Mi corazón se está quedando en el Madrid cosmopolita y mestizo, no lo puedo evitar, admiro a los camareros de los bares que frecuento esparcidos abundantemente en la cercanía del Sol, cada vez más diversos y eficientes en su acento y en su piel. Un Madrid cada vez más humano, como dijo Blas de Otero fieramente.




       Aquí Sabina se pasó varias estaciones sin repostar. Directo y a las sienes de Chavela Vargas y su cruz de olvido, sus míticas borracheras y sed de sexo y de arte, su corazón en todas partes, pero primero en Madrid.

        Joaquín me dejó con las ganas de haber compuesto una canción así, él y yo, andaluces, de La Elipa. Hubo un tiempo en el que desconfiábamos en los caprichos pretenciosos de nuestra gran urbe, ya tiene nuestro corazón, ya vibra con nuestras lágrimas, tan bien derramadas como están en honor de la gran e indomable Chavela.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.