sábado, 11 de mayo de 2024

Verdad, mentira, pseudo-verdad


 

Toda verdad corre el riesgo de ser modificada por el tiempo.

Nunca aprendí a equivocarme, pero ejerzo, mal que bien, mi oficio errando como si fuera un maestro consumado de las equivocaciones. Te he fallado, Laura, a ti que eres asertiva y platónica (y, sin embargo, no socrática) al mismo tiempo, a ti que has luchado tantos años deseando meterme en el camino de la verdad, duela o no duela, pero la verdad también se inventa, dijo Don Antonio, mas no me enseñaron a mentir, venía de serie (tenía que protegerme de la transparencia de mi rostro) y aprendí, con mucho dolor, a decir la verdad cuando miento. 

Solo te quiero a ti y es cierto que nunca te siento tanto cómo cuando hablo con la soledad; es estar contigo sin estar sin ti, con lo mejor de ti; la fidelidad que, sin merecerlo, me has guardado, de pensamiento y obra cuando te he dado motivos suficientes para no hacerlo. Tú no buscas la verdad, la exiges, como si fueras un Montaigne que intenta definir un tiempo marcado por la barbarie y la sangre, poco más o menos, como el nuestro.

Vuelvo a repetírtelo; entre tú y yo, con los ojos cerrados, me quedo contigo. Sabes qué me quieres, lo sé muy bien, pero aborreces al monstruo que, aleatoriamente, me suplanta a veces. Alguna vez ha sido bueno y, por ello, perseguido como un toro que busca las tablas sin que se le haga ningún caso a su bandera blanca.Al contrario que tú, yo no quiero tu verdad, sino en lo que tú la has convertido; un recuerdo sin luz. Eres un albatros, a pesar y por tu única y metafórica caída. No eres, desde luego, la madre de Hamlet ¿Cuál es verdaderamente la cuestión? No he sido un buen cristiano. Yo no te perdono una niñería, tú, a fuerza de ser desbordadas por mi insistencia en la herida, has acabado por no perdonar mis barbaridades. Pero, ya ves, has logrado, con toda propiedad, que te te diga solamente a ti, a pesar de tu negación del perdón, que eres una buena seguidora de Cristo y que yo quería vivirte y que tú me vivieras.

Nunca encontré una razón

 https://youtu.be/Mm5oF2NBkMQ?si=EHbDXKKQ_Up20tb0


Encontré una razón

para seguir viviendo
y eso, nena, tú lo sabes;
eres tú.
(Lou Reed)

1

A veces, a veces solo, me gustan mis errores.
Nunca encontré una razón para acallar
lo que grita en el silencio de los otros.
Pero sí para amar sin ser amado,
ahora que no quieres quererme
y no puedes,
que me dejo la vida por amarte.

2

El silencio se escucha
en el rumor continuo
de los ángeles,
de las alas,
de los pájaros.

(Francisco Enrique León)

viernes, 22 de septiembre de 2023

Soledad

El cielo estaba nervioso

susurrando en tu ventana,

en un pañuelo de nardos

tus ojos verdes penaban

por un amor imposible

que tu pecho deshojaba.

 

Preguntaste a las estrellas

fundidas en grises ramas,

con un sentimiento estéril

que la sombra acorralaba.

 

"¿Por qué guardáis la amargura

de un cruel dolor en mi espalda?

¿Por qué suspiro en la noche

que su olvido me dejara

en un callejón sin luz,

en un muro sin ventanas

que se llevase mis sueños

y no me los retornara?

 

¿Por qué canto en la tristeza?

¿Por qué sufro en la mañana? 

¿Por qué llevo las heridas

de la muerte en la mirada?"

 

El cielo no respondía,

su brillo no suspiraba,

en las cadenas oscuras

arden quietas las palabras.

 

jueves, 21 de septiembre de 2023

Tu olvido junto a la verja

 


 
 
con un verso extraviado que no tiene un poeta
que sienta tu latido en la espesura
y se enfrente a la noche más larga de tu ausencia,
al pétalo enclavado en tu bosque de sueños.
(26 de marzo de 2019)
 
 

Tu olvido junto a la verja
va la luna derramando
desde una memoria ardiente
mi alma la está mirando
y le pregunta por ti,
por la estela de tu llanto.

Soledad por las espigas,
por jarrones olvidados,
por el puente de los besos,
por los lirios, por las manos.

¿Quién vendrá por el romero?
¿Por el arroyo de mármol?
¿Quién vendrá con el aroma
que me dejaste en los labios?

Ya no te puedo tener
y la campana en lo alto
lleva presencia de muerte
en los requiebros de antaño.

Sigue la corriente sola.
El lamento de los pájaros
sigue vagando en la higuera
entre la herida y el barro.

jueves, 14 de septiembre de 2023

Ya no tengo tus anhelos

 

Ya no tengo tus anhelos,
ya no encuentro en tu mirada
la huella de las memorias
que se han perdido en el agua.

 La luna de las caricias
de marzo por la mañana
resiste en mi soledad
en las nubes, en las ramas,
en el vuelo y los estanques
de una encendida palabra.

Ya no te puedo evocar
porque se me rompe el alma
porque mi lira se muere
y no sé cómo alentarla

cuando escucho aquel quejido
en el sauce de las lágrimas,
cuando pienso en la finura
de tu boca en mi almohada.

Por los rellanos del aire
que ya no mueven tus alas

por los bares escondidos

que lloran de madrugada
y sufren ebrios de muerte

los resplandores del alba
en la senda de la risa
que no presiente tu cara
mi corazón te recuerda,
no ha perdido la esperanza.

 

jueves, 7 de septiembre de 2023

Muchacha de El Fayum

 

  

1

Cual bellos cuerpos que murieron
sin llegar a envejecer
encerrados con tristeza en suntuosos mausoleos
con rosas en la cabeza, con jazmines a sus pies,
así son los deseos que se apagaron
sin haber sido vividos,
ninguno testimonia
una sola noche de placer o una mañana radiante.
(Constantino Cavafis – Deseos (1904) - Versión - Francisco Enrique León)

Tu frágil voluntad de novia compungida
pasea en el encaje de las sábanas
que fueron destrozadas
por un proscenio
arrebatado y lúgubre
que llora en tu memoria todavía,
por un jardín ausente que te ha dado sus flores
para no traspasar la esperanza postrera
desde la soledad
de un remo desgarrado, de un jazmín ceniciento
en la elegancia cérea, profunda y penetrante
de una mirada herida,
de una promesa rota en la espesura
del silencio y el polvo que añoran lo perdido.

2

Aún siento en mis mejillas su aliento venerado,
cómo será que tan cercanas horas
no vuelvan nunca más, qué sean ya el pasado.
(Hugo von Homannsthal - Traducción - Mariano Manent)

Muere la soledad entre tus labios
y el manto de la noche en las ruinas de la cala
que despierta un murmullo en la memoria
y gime en el teatro
donde se representa la sangre de la rosa,
camina en el esbozo de la túnica
que será derrotada por el furor del tiempo
y reza en tu memoria todavía
por un barrio sin alma que te ha dado la mano
para no morar solo en la última barca
enterrada en la orilla.


(Memorias de Hydra)