Conocí esta canción por Jairo, un argentino que nos deslumbró a los niños de entonces con Por si tú quieres saber o El valle y el volcán. Tuvo, tuvo éxito en España, pero por esas cosas que nadie se explica le dejamos morir de hastío cuando peleábamos por sacar a todos los cantautores, buenos y malos, a la calle, y se marchó, sin decir nada, a un país, Francia, que tiene una vocación más acusada que nosotros en eso de intentar no perder lo que llega a sus orillas y es valioso. Sí, pone todo su empeño en vestir con su ropa todo lo que puede representarlo y le pide con cariños que cante en su lengua, que tiene una madre que no lo vio nacer, pero la siente.
De Horacio Guaraní, autor de la canción e intérprete de ella también. No sé demasiado ni de él ni de su música, pero me gusta lo que escucho, cumplimos años el mismo día. Me ocuparé más adelante de él, cuando tenga motivos para ensalzar lo que ya vislumbro que será placentero y agradecido, un juego de niños con magia. y esta canción hecha nostalgia y melancolía.
Cuta, 18 de Diciembre de 2014)
Es verdad que lo que se amó no se olvida.
ResponderEliminarPero hablando de esta canción en concreto, no me gustó; me resultó melodramática y es que el acento argentino refuerza la añoranza. A veces prefiero leer solo la letra de una canción, como en este caso.
Saludos, Enrique. Bona nit.