¡Ay, tormenta de besos
que atravesé sin cura!
Para seguir no quiero
más consuelo
que tu pecho y la luz
que lo alimenta
de noche clara, de hambre
de tormenta
que deseo entregar a tu desvelo.
Hay una sombra gris
entre tu cielo
y el mar, que en su
morada la acrecienta,
ha llegado a mis pies
y los alienta
a escapar de tu amor
roto y en celo.
No encontraré la
calma a tu tristeza,
no podré despertarme
sin tu abrigo
y en tu portal mi yerma luna muere.
Lloro sin luz,
perdido en la certeza
que teniéndote sufro y te persigo,
tu voluntad aún así me hiere.
¡Ay, amor que encadena a los deseos!
ResponderEliminarDe nuevo literalmente encantada de leer tu poesía, amigo Efe. Modernamente clásica, una delicia.
Se me había olvidado pasar por aquí, porque la verdad es que tengo un poco abandonado lo de las visitas a los blogs, Me he dado cuenta que es un cachondeo, jajaja. He podido comprobar que si no vas a leer a los demás, tampoco viene a leerte a ti. Esto es como los regalos de cumpleaños, si tu regalas te regalan hasta que dejas de hacerlo, es un toma y daca, y desde luego yo no quiero que nadie venga a leerme por compromiso ¿no te parece?.
ResponderEliminarBueno, yo solo venía a ver si habías editado algo nuevo, y ya veo que tu pluma se luce con este soneto. Ya sabes que no entiendo mucho de ellos, pero le encuentro muy fluido, un tanto nostálgico como es tu línea y un tema precioso con el que parece que tratas de pedir comprensión. Espero no sea real y la vida te sonría.
Me ha encantado Enrique.
Un beso.
Gracias, Susi, llevaba más de treinta años sin escribir un soneto, creía que nunca volvería a hacerlo, pero he aquí que un sábado por la mañana, me levanté no sé con qué desvelo y escribí cinco seguidos. Sigo pensando lo mismo, leo en el mismo ejercicio a Garcilaso, Lope o Quevedo, y me acuerdo de lo pequeño que soy. Pero déjame que me quede con tu halago; "Modernamente clásica". Me ha gustado, y no vayas a creer que abundan.
ResponderEliminarUn abrazo, mi amiga rebelde.
No sé,Elda, hasta que punto merece la pena pensar sobre la esencia de los foros o hacer un recuento de los seguidores de un blog. Te diré que soy miembro de cuatro foros y solo participo en uno de ellos, no tengo otra receta contra el aburrimiento. En este último hay un número importante de personas que escriben bien y me estoy preguntando ¿es suficiente escribir muy bien en verso para ser un poeta (bueno o malo)? Ahora mismo diría que rotundamente no.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de los blogs pienso que la poesía no interesa al conjunto de la sociedad. Siendo grave esto, lo es más aún la estrechez de miras de la mayoría de las personas que la practican, demuestran estar interesadas nada más en lo que ellas escriben, están tan ensimismadas que no ven las limitaciones de sus poemas, más que evidentes en muchos casos, pero sí controlan si se les devuelven los cumplidos. No sé cuantos comentarios le he escrito a Bécquer, no me ha devuelto ninguno, espero tener la lucidez de seguir escribiéndole.
Bueno, Elda, ya sabes lo que pienso sobre algunas cosas por esas largas charlas que tuvimos. Te dejo con una pregunta ¿Quién hace más daño a la poesía quien la ignora o quien la practica mirándola desde lo alto?
Un abrazo.
Estamos obligados, aquellos que nos creemos poetas, a regalar nuestros versos al mundo que nos rodea. Poesía. Ni regalos a nuestros egos ni lamentos interesados. Tomar partido hasta mancharse, desnudarnos, gritar desde lo bello que la estadística es un fraude. Y si fuésemos capaces de vivirla, no encuentro mayor sentido a nuestro paso por el mundo.
ResponderEliminarTu canción siempre me ha parecido auténtica, Efe. Es por eso que, sin visitas preconcebidas para la vuelta, siempre estamos en contacto. Y me alegro de habernos encontrado no sé donde, no me acuerdo, no me importa.
Creo, Susi, que lo más difícil, a veces, es identificar lo que le duele a uno. Quizás no esté hablando de un problema que se dé específicamente entre poetas y aspirantes a ello sino en el conjunto de una sociedad determinada. No he querido entrar en los terrenos de la falsa humildad, nunca he sugerido que sea más digno quien escriba mejor, pero creo aconsejable intentar desterrar normas que están muy generalizadas y que acaban anulando en unos casos y alterando sustancialmente en otros el principal objetivo de ciertas asociaciones. Yo sé que en un año y medio han leído mis poemas muchísimas más personas que en toda mi vida anterior, pero no sé si el precio que se paga es excesivo. Hay demasiadas cosas que me hubieran gustado no ver, ciertos comportamientos subjetivos que se imponen. Emocionalmente soy una persona aún joven (Pasolini en el recuerdo)y aún creo en las personas, a pesar de que, pienso que con toda la razón, me hayan decepcionado algunas de las personas en las que más he creído. Pienso que la mayoría de la gente de nuestro país, de izquierdas o de derechas, pertenece a la clase pequeño-burguesa, y por mi experiencia corroboro lo que Brel y el antes citado Pasolini decían muchas veces de ella. Me rebelo contra la clase a la que pertenezco.
ResponderEliminarGracias, Susi por tus palabras siempre originales, siempre agradables. He sabido,desde ese principio que no sabes definir, de tu independencia de criterio.
Un placer disfrutar de este estupendo soneto tan bien estructurado y al que no le sobra ni le falta nada. Tiene ritmo, tiene sentimiento y suena muy bien.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Gracias, Juan, eres tú quien me haces disfrutar del raro placer de encontrar a alguien con quien no tienes ninguna vinculación y te deja un mensaje en algún poema. Creo que ha sido, he tenido otros casos anteriormente, la experiencia más alentadora que me he encontrado en este mundo confuso de personas que luchamos por que se escuche lo que decimos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Me gustó mucho tu soneto. Es el primero que te leo. Enhorabuena.
ResponderEliminarUna cosita...el último verso...
y, sin embargo, tu voluntad me hiere.
Tienes que quitarle la Y para que quede endeca y correctamente acentuado.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarY aún así, tu voluntad me hiere
ResponderEliminarMejor, algo así. De la otra forma seguiría mal acentuado...
Sin embargo tu voluntad me hiere ( 3,8,10)
Me he pensado mucho la respuesta, Vicente, el motivo principal es que no puedo quitarte la razón. Pero me gustaría hacerte unas puntualizaciones que no son nuevas, ya se las hice a otros compañeros y hacen referencia a mi actitud hacia el soneto, creo que existirá mientras lo haga la poesía, que algunos de los mejores poemas en nuestra lengua son sonetos. Aquí te expondría mi punto de vista particular y, por lo tanto cuestionable; pienso que nuestro tiempo, sin saber los motivos precisos, no se amolda al soneto, pero, sin duda, llegará un momento en que llegue a florecer de nuevo, como lo harán los buenos gobiernos que casi nunca hemos conocido. Le he dedicado muy poco tiempo a esta composición intemporal y complicada, en justa compensación me he encontrado con poemas encorsetados y que me satisfacen muy poco, que los he escrito de oído, teniendo en cuenta que hablo el andaluz costero occidental, por lo tanto muy arbitrario en observar la licencia, casi obligatoria para los doctores, de la sinalefa, por ejemplo, y, aparte, en mi inclinación natural por la experimentación se apoderaba de mí un ansia inconsciente e irrefrenable de evitar la monotonía en los acentos.
EliminarYa dije alguna vez anteriormente que me prometí a mí mismo que en cuanto consiguiera un solo soneto que mereciera la pena ya no escribiría más, no cumplí la promesa, pero solo fueron dos o tres días de sueños rotos con un resultado lamentable. A raíz de tu atento análisis observé que el verso undécimo también iba mal encaminado. He hecho, como podrás comprobar, una versión alternativa, me hubiera gustado escribir aun, tiene más sentido, en vez de aún (no entiendo por qué diferencian el conteo silábico según lleven tilde o no) pero creo que no hay una gran diferencia, que no tengo ningún miedo de estropear el poema con los cambios, te lo digo con sinceridad, tengo una edad en la que es patético engañarse a uno mismo; "Para seguir no quiero más consuelo" es un mal soneto y un poema pésimo.
Te agradezco, no sabes cuánto, que seas una de las pocas personas que siempre ha tenido la deferencia de dedicarme unas palabras. Me has ayudado mucho con tus observaciones y si no me sirven con el soneto te aseguro que me serán provechosas en cualquier tipo de poesía que acometa. Por si tienes a bien conocerlo, el único soneto mío que salvo de la quema se llama; "Yo no supe llorar cuando llorabas".
Un abrazo, Vicente, de verdad que muchas gracias.