30 de Mayo de 2011
A Laura en su ausencia
de eterna Primavera,
la llevaba en el alma
y no supo guiarla,
no la dejó fluir salir
cuando el Amor y el odio
tenían las mismas letras.
Contad las sensaciones
de la fuente sincera
aunque Chopin afligido
llore tierno y amargo.
¡Oh soledad de pinos!
entre tanto recuerdo
sin poder arrancar
el pulso de Beethoven.
17/12/2014
Aún recuerdo la cruda sintonía
entre los eucaliptos y el camino de tierra
que llevaba a tu casa.
No ha de volver a vivir tu corazón,
fue aquél un anhelo loco, desabrido, salvaje
que me impulsó al abismo,
que provocó tu huida.
Huyo de ti, me enfermó tu presencia
al pasar de los años,
cuando me preguntaste si encontré la alegría;
¿la ha encontrado alguien?
¿eres tú un ejemplo de mujer satisfecha?
¿no has recordado nunca la sombra de Picasso
pintando arlequines tristes sobre tus muslos,
el ocaso de un vals en un banco angustiado
la locura de un beso que muere sin futuro?
Huyo de ti, de aquél
que insistió sin sol en tu sonrisa,
que insistió sin sol en tu sonrisa,
en la sensualidad mórbida de tus pechos,
de aquel dejar rodar su lengua como el faro
que penetra en el Hacho
y rodea Punta Almina,
de aquél que no quería parar, ni apartarse
cuando todos los trenes venían en su contra,
y arrastró para siempre sones de cascabeles.
Y tú, ya liberada de todos los lamentos,
habías decidido cavarle una fosa.
(7/4/2011)
la ha encontrado alguien?
ResponderEliminar¿eres tú un ejemplo de mujer satisfecha?
Me toca especialmente este poema. Sigue escribiendo. Transmites.
Amor o desamor, y sobre todo el dolor de cuando nos hacen daño, es lo que me sugiere este poema, y al final el resentimiento de quien se enfrenta a la adversidad por conseguir el amor y encuentra menosprecio y desencanto, y la frustración que el paso del tiempo no logra borrar, como tampoco borra ese amor del que quieres y parece que no puedes huir.
ResponderEliminarComo siempre bellas palabras para ilustrar lo que llevas dentro.