lunes, 22 de diciembre de 2014

Canción de amor deslavazada de Robert Bruce Banner

A Elda y su sonrisa taumatúrgica.


Por la Carretera Nueva

va Robert Bruce cantando,

Resultado de imagen de Antonio Sánchez Pradosel verde en la mirada,

luciérnaga de amaranto.

La boca se le nublaba

no le salía otro canto

que no tuviera en la noche

herida su negro manto,

pues llegando al Tarajal,
la paloma agonizando;
¡por el alcalde del pueblo
los pobres están llorando!




Perdido, sin saber que te duele y se asoma,

en esta alma errante que te acunó en sus manos,

en estos días que pierden su nombre y su racimo,

en esta enredadera oscura que crepita

en tu noche de amor que no encuentra consuelo.



Y siguen los anuncios, las poses, los estilos

en la ciudad que fue y extiende su cabello

para ocultar la rabia de los niños oscuros

que nunca encontraron el vientre de un suspiro

en los escaparates que compran voluntades.



!Ay, Robert Bruce Banner,

los muertos siguen quietos y siguen su camino;

listas en los periódicos

que nunca se publican

para que sean leídas por almas que se mueven

lentas como la tarde, miran, no reflexionan,

admiran a quien gana, desprecian al vencido!



Los ángeles rebeldes buscan otro destino

para cuando regresen la verdad y el acanto,

no hay arrepentimiento, dolor simple en grisalla

y un grito de esperanza cubre cada caída.



Ya no sabes leer, escribir o pensar

¿En qué bando luchaste, tú que amabas la risa,

qué rey quiso alistarte

siendo republicano?



Ya no buscas la playa batida por las olas,

ni el monte de la infancia vencido y amputado

no queda una palabra que te hable de amor,

sólo viejas canciones rotas que te persiguen.



Una sonrisa loca en los brazos de otro

te dice que tu barrio se adentró en la tormenta

y este viento de marzo arrancó tus malvones

para invocar la lluvia que golpea tus sienes.





¡Oh, tú que fuiste bravo y ungiste al vencido,

no puedes ir al frente sin saber por quien luchas.

¿ Quién disfruta en la guerra?

¿Quién es el enemigo?



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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.