Este esperar que gime y
me condena
a
sentir el acento recordado
y
termina volcándose a tu lado
sin
que pueda romper tu dulce pena
vibra
ante tu voz de gracia plena,
siente
mi alma en mí, en lo acordado
y
lleva en este orgullo maltratado
la
batalla de sombras que le apena.
Mas
queriendo seguir pronto se pierde
en
la nave sin luz de mi fortuna
donde
mis olas van y mis cristales.
Te
amaré en las notas que recuerde,
en
la guadaña que hiere la luna
no
sabiendo jamás si entras o sales.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.