lunes, 13 de marzo de 2017

La última primavera que vieron los ojos de mi madre



La última primavera que vieron
los ojos de mi madre
volví a sentarme solo en la arena de la playa
donde solía buscar la luz del horizonte
y arrancar caracolas de su lecho afligido.

Mi madre no escuchó la voz de la campana,
su corazón latía y dejaban sus labios
palabras en la alcoba y en el rumor salobre
que subía al Tobogán como un niño travieso.

Un halo adolescente en mi alma crecía
buscando aquellos pasos borrados por el agua,
coronando las ansias de los besos perdidos
dejando otro dolor en la sala en penumbra.

Mi madre no escuchó la voz de la campana,
dejó marchar, como otros, su último fulgor,
no detuvo los pétalos de sus rojos geranios,
ni la fuerza en la sangre que su patio regaba.


Publicado en blogger el 19 de septiembre de 2012  
6 de enro de 2015

8 comentarios:

  1. Hola Enrique.
    Un poema que nos habla de ausencias y,a la vez,de la presencia inevitable de la vida en todo lo que nos rodea.Esa ausencia de la madre que duele más cuando comprobamos que la vida sigue sin ella,impertérrita...

    Es un placer volver por tu blog y leer tus sentidos y bien estructurados versos.

    Un fuerte abrazo amigo.

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    1. Quizás no sepa hablar de este poema, no sé si es hermoso, si estuve acertado o no. Pero agradezco tu siempre grata presencia,, ese saber estar que quisiera para mí.

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  2. Cuanta ansia se siente al no poder dar todos los besos y cariños que se podrían haber dado cuando la madre está a nuestro lado y decirle: cuanto te quiero, sin embargo damos por echo que lo sabe.
    Unos versos preciosos, de los que llegan al corazón como tú siempre sabes, con esa nostalgia de los recuerdos.
    Me encanta la última estrofa, y me alegra muchísimo que hayas vuelto a escribir.
    Un abrazo Enrique.

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    1. Siempre eres amable y respondes a todo con una sonrisa, es importante tenerte como amiga. La última vez me quedé con un pellizco molesto, las circunstancias no ayudaron a poder disfrutar plenamente de tu conversación. Deseo que podamos desquitarnos,

      Del poema, como ya le dije a Jerónimo, apenas puedo hablar pero te doy las gracias por haberte acercado a su mensaje.

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  3. Qué hermoso poema le dedicas a tu madre. Cuánto recuerdo y cuánta nostalgia al evocar otro tiempo en el que disfrutante de su presencia, y todo ello expresado de una forma que llega directo al corazón: tierno, delicado, elegante.
    Saludos, poeta..

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    1. Celebro que te haya gustado, Pili, es un viaje hacia atrás, unos momentos que se conservan de una forma difusa, hay poemas que son menos propicios que otros para hablar sobre ellos, Me ha costado, pero al final he podido darte las gracias.

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  4. vine por casualidad y te aseguro que me gustó lo que leí, volveré con calma, lo que escribes vale la pena , gracias!

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    1. Gracias, Montse, me vale con saber que lo has leído y que te ha gustado.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.