viernes, 3 de marzo de 2017

Amy Winehouse - Love is a losing game.







Un corazón abandonado a su suerte.
(Rafel Calle)


Se me ha ido el amor, y ya no sé llamarlo 
¿en qué calle estará 
el ansia desmedida de besos de tus noches? 

¿a qué puerta sin llave caminará tu olvido, 
tu larga ausencia herida por no seguir tu paso, 
tu ineludible imagen de muñeca asustada, 
tu colchón de verdades roto por el silencio? 


        La conocía como personaje público hasta que, por casualidad, escuché una de sus mejores canciones y empecé a valorarla al margen de ese revuelo de escándalos que creaba y alimentaba  la prensa sensacionalista y, a veces, malintencionada, que hurgaba en sus debilidades de ninfa herida, su despertar cansado de mujer desconcertada. Es posible que lleves razón en lo que dices, quizás arrastraba la marca de artistas de otros tiempos que tuvieron comportamientos parecidos sin haber conocido el éxito y el acoso mediático, y que no acabaron mejor que ella. Me resulta muy difícil siquiera imaginar como era realmente, como conversaba o como podía valorar algo como la amistad o el amor, pero casi todo parece indicarnos que no la ayudaron mucho, precisamente, en su desconcierto vital. 

(16 de mayo de 2013)

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.