Correrán los recuerdos
desbocados
horadando la vena y los sentidos.
¡Qué
apetencia de mares esparcidos
en la
brisa lejana del pecado!
(Mares
Lejanos – Canción de 1996)
Para
beber la huella de tu rostro
y
arrebatarle al aire su fragancia
quise
desperezarme
del
terrible marasmo de la nada.
Entonces
sueños, entonces golondrinas
cabrían
en mi voz enamorada
y
acercarían el vuelo a aquella tarde
cuando
entre tristes árboles pasabas.
Serías
tú misma el sueño y el amor,
serías la muerte cuando me mirabas.
serías la muerte cuando me mirabas.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.