jueves, 30 de marzo de 2017

Para beber la huella de tu rostro (IV)

Correrán los recuerdos desbocados
                                          horadando la vena y los sentidos.
                                          ¡Qué apetencia de mares esparcidos
                                          en la brisa lejana del pecado!

(Mares Lejanos – Canción de 1996)



Para beber la huella de tu rostro
y arrebatarle al aire su fragancia
                                            quise desperezarme        
del terrible marasmo de la nada.

Entonces sueños, entonces golondrinas
cabrían en mi voz enamorada
y acercarían el vuelo a aquella tarde
cuando entre tristes árboles pasabas.

Serías tú misma el sueño y el amor, 
serías la muerte cuando me mirabas.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.