miércoles, 29 de marzo de 2017

Rubén Darío - Lo fatal

 

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente. 

 

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por 

 

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos


y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...


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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.