Cual bellos cuerpos que murieron
sin llegar a envejecer
encerrados con tristeza en suntuosos mausoleos
con rosas en la cabeza, con jazmines a sus pies,
así son los deseos que se apagaron
sin haber sido gozados,
ninguno testimonia
una sola noche de placer o una mañana radiante.
(Traducción de Francisco Enrique León)
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.