En un rincón te guardo como el alma que he buscado,
eres ese resplandor
que aún me inunda los ojos y persiste en el recuerdo.
te amo desde la distancia
de un amor que sigue una ruta en el aire,
desde las altas cumbres
que guardan las palabras que siempre nos acompañan
en la profundidad querida de los días azules.
Solo puedo pensarte
en las gotas de mi sangre, en el reguero de los besos,
en los estrechos caminos que convierten tu llamada
en un canto desesperado;
te quiero entre el gentío que no acalla nuestras voces
y en la soledad que nos sorprende
mirándonos a los ojos, despertando ese momento
en que aparece la belleza de un gesto que suena en los acordes
de la melodía añorada
que nos entregó la dulzura de una herida en el momento del candor
y el rostro de los vientos
en la soledad tendida de una sonrisa que resiste en tus anhelos,
que nunca sabrá morir aunque sufra..
*** *** ***
en la soledad tendida de una sonrisa que resiste en tus anhelos,
En un rincón te guardo como el alma que he buscado,
eres ese resplandor
que aún me inunda los ojos y persiste en el silencio.
Te amo desde la distancia
de un amor que sigue su ruta en el aire
desde las altas cumbres
que guardan las palabras que siempre nos acompañan
en la profundidad querida de los días azules.
Solo puedo pensarte
en las gotas de mi sangre, en el reguero de los besos,
en los estrechos caminos que convierten tu llamada
en un canto desesperado;
te quiero entre el gentío que no acalla nuestras voces
y en la soledad que nos sorprende
mirándonos a los ojos, despertando ese momento
en que aparece la belleza de un gesto que suena en los acordes
de la melodía añorada
que nos entregó la dulzura de una herida en el momento del candor
y el rostro de los vientos
que nunca sabrá morir aunque sufra..
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.