Playa de la Roqueta:
Sobre la piedra, contra la nube,
Entre los aires estás, conmigo
Que invisible respiro amor en torno tuyo.
Mas no eres tú, sino tu imagen.
(Luis Cernuda - Epílogo)
.
Fueron días que ansiosos consumimos
entregando la luz a la tronera.
No verás, como en los míos,
la belleza que emanabas en otros ojos
la belleza que emanabas en otros ojos
ni el viento borrará de mi alma aquel ensueño,
eras poesía.
Nadie pudo mirarnos. Nadie pudo seguirnos.
llegabas de otro mundo del que ya no te acuerdas
y entonces nos amamos
entre el sol y la hierba quedaron nuestros nombres
y nunca se borraron en nuesra ausencia.
y nunca se borraron en nuesra ausencia.
¿Qué podría contarte que no hayas olvidado?
¿Me dirás algún día que pensaste en mi muerte?
Vendrá la primavera para todos los hombres
y no será el sueño que nosotros nos quedamos,
aunque aún lo reconozco entre el vuelo
que dejaron tus alas en mi cuaderno se ha perdido.
que dejaron tus alas en mi cuaderno se ha perdido.
No hubo desengaño
siempre pensé que podía perderte,
hasta los ángeles sufren en las caídas.
No pude verte nunca como si fueras otra
y no quise estrechar contra mi pecho
el desierro implacable de las sombras del olvido.
el desierro implacable de las sombras del olvido.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.