Yo en este rincón
donde no llega
el aire que he buscado
con ansia y sin descanso
pensando con amargura
en las lenguas que
insisten, en esta tierra mía,
cansada de llorar por
quienes la llenaron de elegancia,
en cegar la mirada del jilguero que no aprendió a volar,
encadenar el llanto
que derrama el hombre bueno y libre,
desenterrar las
flores, apartar las estrellas,
en manchar la
hermosura de tu figura y tu acento,
despojar a los
santos de su mensaje íntimo
y masacrar la rosa en
los labios del profeta.
8
de enero de 2014
Nada mejor que acordarme de Lorca, de esos
poemas de Poeta en Nueva York en los que se intenta que cada palabra encuentre
su hueco, cada amor que pasó excave su sepultura y cada aire se funda en un
fragmento de cuerda de guitarra, para ir arrimando mi paso a esta orilla.
22 de
enero de 2014
Quise, a través de una de las víctimas más
reconocibles, rendir homenaje a la, por desgracia demasiado tardía, Ley de la
Memoria Histórica de España, no me refiero, por supuesto, a la forma un tanto
turbia con la que a veces han sido usado los fondos destinados a cumplirla, el
argumento más utilizado para atacarla de aquellos que siempre estarían en su
contra. A través de Lorca gritar la injusticia de tanto desaparecido como hay
en el mundo.
10 de
febrero de 2014
Creo que nunca quedaré satisfecho con nada de
lo que escriba si está Lorca por medio, en cambio, sé que algunos de los
mejores poemas que he escrito llevan la huella de las muchas lecturas que hice
de los suyos. Éste y dos o tres más que escribí sobre el poeta granadino en
esos días no los hubiera escrito sino fuera por mi mujer, algún día, quizás,
pueda explicarlo: No sé por qué, pero autores que han sido cruciales en mi
vida, también me pasa con Brel, los miro de refilón en estos días como si me
diera miedo volver al instante en que sin saber las causas concretas los dejé.
2 de
abril de 2015
Es difícil admitir que personas que admiten
el juego democrático y participan en él para ser elegidos se muestren tan
tibios, tan reticentes y hablen de una igualdad de barbarie por ambas partes
para entorpecer la aclaración de los crímenes. He hablado de una persona
emblemática pero mi denuncia se extiende a cada una de las personas que cayó
asesinada por la locura de los hombres en tiempos de agitación y no importa el
bando en el que se alinearan, ni que decir tiene que ambos bandos no quisieron
ni pudieron cometer los mismos disparates, que el gobierno legítimo intentó
mantener un perfil humano hasta donde le fue posible.
5 de
marzo de 2016
Creo que uno de los grandes problemas que ha
generado en España una considerable crisis de valores es el poso importante de
nostálgicos franquistas que se mueven, entre la corrección política en la vida
pública y el disparate del honor, del himno y la verborrea grandilocuente
cuando te tomas tres copas con ellos. Sé que tú no eres española, pero España
nos afecta a todos por cuanto tiene de vínculo sentimental de todos aquellos
que hablamos español respecto a una Europa desgastada por su propio marasmo
intelectual y su propia indefinición a la hora de aceptar sus
responsabilidades; el tierno niño que sobrecogió al mundo dormido eternamente
sobre una playa no fue víctima de Europa sino de un padre desaprensivo.
Creo que la Ley de la Memoria Histórica
tendría que haber sido uno de los primeros temas a tratar en el primer gobierno
democrático que tuvimos. Comprendo que no se hiciera entonces, habría costado
algunos muertos. Por eso veo ahora injustificables las reticencias,
insoportable tantos huesos sin nombre desperdigados por los caminos y los barrancos,
tanto cainismo moral, tanta sombra y que no sepamos donde está el poeta más
luminoso que en el mundo haya habido.
5 de abril de 2015
Lorca es uno de mis poetas de referencia y puede parecer un
contrasentido que este poema lo escribiera para participar en un concurso, en
esos momentos la Ley de la Memoria Histórica de España desataba polémicas y
desencuentros y quise dar mi opinión acercándome al Lorca menos críptico de
Poeta en Nueva York.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.