Como un pájaro en los cables,
como un borracho en una ronda nocturna
he intentado ser libre a mi manera.
(Leonard Cohen)
Estuvimos tanto tiempo
juntos
que hasta llegamos a
amarnos
en el crepúsculo de los
dioses que morían
porque sufríamos
la estulticia faraónica
de los viejos gobiernos,
las cadenas libertarias
de las nuevas revoluciones.
He comprendido que no
puedo engañarte,
que cuando te miento
sobre los himnos y
consignas de nuestra juventud
el amor se derrumba
en el infierno de las
explicaciones,
en las palabras
gloriosas que no tienen sentido
cuando se funden en un
beso sin recuerdos ni labios,
en unos brazos cuya
esperanza se pierde
en una calle de
sombras con farolas apagadas,
en una barca que no
llega a la orilla de los templos,
a los estigmas candentes de los mártires postergados.
a los estigmas candentes de los mártires postergados.
Estuvimos tanto tiempo
juntos
que comprendo que tenga
tu cuerpo bendecido
aunque no estés a mi
lado,
que sea tu herida la
sangre de mis venas,
las llagas de mi pelo,
las uñas de mi derrota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.