Es la muerte tan triste, se siente tanto miedo
que no puedes gritar, articular palabra,
escribir un deseo, pensar en el amor,
desterrar el sudario que te inunda en las sombras.
La conocía como
personaje público hasta que, por casualidad, escuché una de sus mejores
canciones, "Vuelta a las tinieblas" y empecé a valorarla al margen de ese revuelo
de escándalos que creaba y que alimentaba la prensa sensacionalista y, tantas
veces, malintencionada que aprovechaba su fragilidad de ninfa herida y dislocada para acorralarla, para mostrar las heridas de mujer que, en el desconcierto, deja sus lágrimas de alcohol en la mesita, el rimmel en la almohada.
Es posible que lleves razón en lo que dices, quizás llevaba
la marca de artistas de otros tiempos que tuvieron comportamientos parecidos incluso
sin haber conocido el éxito y el acoso mediático y que no acabaron mejor que
ella, ya que sus nombres ni siquiera quedaron en nuestra memoria después de haber quemado sus delirios de gloria en plena juventud.
Me resulta muy
difícil siquiera imaginar cómo era realmente, cómo conversaba o como podía
valorar algo como la amistad o el amor, pero casi todo parece indicarnos que no
la ayudaron mucho, precisamente, en su desconcierto vital. Persiguió
hasta la muerte a la artista que la devoraba.
Fascinante como escribes
ResponderEliminarabrazo
Te doy las gracias por tu comentario sinceramente, Recomenzar, eres muy amable.
EliminarUn abrazo.