La nostalgia tiene un no sé qué
embriagador e hiriente al mismo tiempo que muchas veces nos impide disfrutar de
lo que estamos viendo por rememorar lo que creímos ver en el pasado. Un escritor uruguayo, no recuerdo su nombre aunque de
sobras lo merece, dijo que sentía nostalgia del futuro, en términos parecidos
se expresó el injustamente olvidado poeta hispano-mexicano Tomás Segovia en la
que probablemente fuera su última entrevista en España. Probablemente ambos
estuvieran equivocados pero mostraban una firme actitud de rebeldía contra uno
de los tópicos que nos es más querido. Yo añadiría que la nostalgia es el
recuerdo del futuro que pasó. Al final nos engancha más la actitud de un autor
que las bondades de su escritura. Es posible que Saint-Exupéry haya sido el
escritor con el estilo más depurado y bello del siglo XX, pero es más que
probable que hoy no estaríamos hablando de él si no fuera por su actitud y que
se esforzara hasta unos límites insospechados por hacer llegar de una manera
diáfana su mensaje hasta el oído menos favorecido.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.