sábado, 18 de mayo de 2019

El libro de los sueños

Ya no me asustan las cuencas 
vacías llenas de sangre de mi padre dormido,
no hiere mi soledad 
haber pecado cuando lo hice por amor,
soñé que Dios era un pensamiento 
que me había soñado,
no quiero que despierte
para seguir viviendo contigo
aunque sea una mentira a la que queremos aferrarnos,
vivir es un milagro, 
pensar en tantos planetas desiertos
nos que nos representa con fiereza
en la piedra de nuestra soledad,
nuestra indefensión infinita ante el firmamento
eterna ante el comienzo inexplicable de la muerte
y pensar que Dios pudo nacer un día
y un día podrá morir atragantado 
por las campanas
del tormento que repica en su omnisciencia..

(17 de mayo de 2019)

Ya no me asustan las cuencas vacías
llenas de sangre del viejo pesacador dormido
que agita el Ventolín contra tu pecho,
no hiere mi soledad 
haber pecado por amor,
sentí que Dios era un sueño
que me había creado;
ya no quiero que despierte
para seguir viviendo en tu ventisca,
aunque sea una mentira 
a la que queramos aferrarnos
para gritar que fuimos un momento
en el corazón de las tinieblas.
vivir es un milagro, 
pensar en tantos planetas desiertos
nos que nos representa con fiereza
en la piedra de nuestra soledad,
nuestra indefensión infinita ante el firmamento
eterna ante el comienzo inexplicable de la muerte
y pensar que Dios pudo nacer un día
y un día podrá morir atragantado 
por las campanas
del tormento que repica en su omnisciencia..

(17 de mayo de 2019)

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.