No he sabido cambiar el perfil de mi foto, no encontré ninguno bueno,
relacionado con esto recuerdo que a mis amigos no les gustaba mi
eclecticismo musical, que, incluso, llegaban a burlarse de mi debilidad
por Joan Manuel Serrat, entonces los Pink Floyd eran los reyes de
nuestro mundo, acababan de sacar "Wish you were here" y consideraban que
no había otra cosa que aquel viaje al sonido y el recuerdo emocionado a
un genio fundido cuando apenas empezaba a vivir. La traducción
de la sinfonía sobre la que se sustentaba la maestría de aquella obra
sigue siendo un misterio bien guardado, un sonido límpido y
milimétricamente ejecutado se adueñaba de nuestras cabezas adolescentes y
aumentaba nuestra admiración por un grupo que, al contrario de lo que
era norma en el star system, se acantonaba en el silencio y la falta de
noticias; el single perdía sentido, había que degustar un trabajo en su
conjunto.
Nunca la sombra de Syd Barret había sido tan larga,
indirectamente se había convertido en responsable de aquella eclosión
creativa que coronaba a Roger Waters con los laureles de poeta.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.