dime de dónde vienes
ya sé que amas a otra
y a mí ya no me quieres.
(Anónimo)
Quedan
lejos los días en que aprendía francés, era la amistad sincera con Fernando y
Yamal, la empatía de otros compañeros que vislumbraban que por el camino que
llevaba yo nunca aprendería francés si no me plegaba al programa. Tuve la
suerte de tener una buena profesora a pesar de ser un buen mal alumno que solo
quería saber lo que decían Brel y Brassens mientras mostraba una enorme
dificultad en decir simplemente lo que había comido.
Lo que más
me gustaba era cuando nos ponía canciones, hay algunas que las recordaré
siempre, así de repente destacaría dos; la delicada evocación del amor
romántico y libre de "Elle écoute pousser les fleurs[i]"
de Francis Cabrel y ésta de Hélène Ségara en la que sigue la tradición
turbadora de la doncella abandonada cuya alma sangra mientras canta su
desventura. Desconozco si ella preparó esta versión o se la prepararon,
moderniza y mantiene la fuerza el fado “Canción del mar”, cantado por la
temperamental y apasionada Amália Rodrigues, del que solo toma la música.
[i]
Ella escucha crecer las flores, desaconsejo la desafortunada versión en
castellano pues ni de lejos transmite la ternura y el ensueño de la original.
Por suerte Francis Cabrel tiene en “La quiero a morir” y “La tinta de tus
lágrimas” y alguna otra unas versiones que compiten en excelencia con las
originales en francés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.