sábado, 21 de enero de 2017

Georges Brassens - Le testament.



Encore un' fois dire: "Je t'aime"

Encore un' fois perdre le nord
En effeuillant le chrysanthème
Qui est la marguerite des morts.

Una vez más decir "te quiero",
perder el norte una vez más
al deshojar el crisantemo;
 la margarita de los muertos.

          Para Brassens el mejor poeta francés de la historia era François Villon, una especie de Arcipreste de Hita trasladado a la gran ciudad, pero no era un pícaro libidinoso, era un verdadero delincuente del que no se sabe cuando nació ni siquiera si murió alguna vez, ya que no se encontró su cuerpo, se calcula la fecha de su muerte porque dejó de escribir y sus coetáneos descansaron de sus monsergas, hubo una buena cosecha y no hubo enterrador que confesara haberlo sepultado para que se callara. Su obra más importante se conoce como el Gran testamento, Brassens lo hizo respirar por todos los rincones en el suyo, igualmente inmenso y abierto a la ternura de un rebelde que nunca se apartó de su camino aunque estuviera cubierto por la estulticia que la buena gente acumulaba a su paso.

        Brassens asegura que estará triste como un sauce, que escogerá el camino más largo como si fuera un colegial que hace robona, que dejará la vida reculando aunque el enterrador le gruña y lo crea loco de atar.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.