No me hagáis hablar de Anyera con la boca cerrada. Vosotros habéis hecho de mi silencio palabras.
(Lluis Llach)
(A los demagogos - 2019)
Quiero ensalzar cantando a los Atridas,
quiero cantar a Cadmo,
mas de mi lira los sonoros nervios
tan sólo amores dicen.
(Anacreonte - La lira - Fragmento)
Hydra es un sueño de luz en el crepúsculo,
un pájaro abierto en la mañana
que no conoce sirenas ni alaridos,
que no hunde los puñales,
ni siquiera en las serpientes que conducen a los umbrales de la ira,
ni en los vestigios amargos
que tengas de los requiebros más hermosos de tu memoria.
Evoco sin consciencia la civilización de los sentidos
porque vuelvo a sentir aquella sed de ti
en los embarcaderos de los lazos;
eras una isla
y yo el peregrino que caminaba por tu sangre,
llegué a tus guirnaldas con el polvo del último combate,
con la llamarada
de aquellos atenienses caídos
que zozobraron en Sicilia sin laureles
por embriagarse con el vino de los ancestros,
con Anacreonte de la lira en las entrañas,
con Pericles en los discursos emotivos ante la muerte.
En tu mirar viajaban todas las soledades del alma de la gloria
que removía tu orgullo,
las sandalias humildes y profundas del profeta,
los deseos que encallaron en la lengua de la playa
de los abrazos que perdían la marea de los puentes
cuando me dijiste que tu nave había partido
y encendí mis oscuras velas en el mástil de un amor apagado.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.