Sé que no soy humilde, Simón, que no lavaría los pies a unos rudos
pescadores previendo la noche más larga, pero prefiero ser como soy y no
intentar reflejar lo que no tengo como esos fariseos que abundan en la
Red, aquí radica la razón principal de que haya abandonado foros y
milagros y haya vuelto a mi isla. Cada uno tenemos unas circunstancias
específicas y lo importante es vivirlas con sinceridad aunque sea
luchando contra ellas. Soy tan vanidoso como cualquier hijo de vecino y
aun sabiendo lo que dijo el inmortal payador perseguido no suelo
liberarme de la impresión subjetiva porque pienso, no sabría decirte el
por qué, que lo bueno que debo hacer en esta vida estaría siempre por
llegar.
Sé que nunca seré un buen maestro porque ignoro como he
llegado adonde estoy, vivo aislado en una ciudad en la que Occidente
agoniza y en donde el Atlántico y el Mediterráneo se besan, la montaña
que más quiero está en territorio marroquí pero sé que ella no lo sabe
cuando me mira. La sociedad conservadora de este enclave no me perdona
que haya sido pobre y me queden ganas de perseguir con empeño a la
pobreza, hace tiempo que murió el arroyo de mi niñez pero sigo
escuchando sus latidos.
21 de junio de 2017
Para el imaginario popular el Nobel es una especie de Campeonato del
Mundo de cada una de las disciplinas en las que se otorga. Mi desdén por
este premio en Literatura ( ha sido concedido a algunos de los grandes
escritores de nuestro tiempo; Hemingway, Camus, García Márquez, Vicente Aleixandre...) viene dado por las veces que ha premiado a
escritores mediocres, cuando no malos, o por el empecinamiento en
premiar a aquellos que se expresan en inglés.
El Dylan que murió
en 1976 es uno de los grandes poetas del siglo XX. Fue un cronista
valiente e iluminado de las miserias de su país (quizás la universalidad
sea su carencia más notable), dejando que otros hablaran de sus logros.
Sus versos han sido amplificados, como los de Cohen, Brel o Sabina, por
el milagro de la música y la aceptación popular a pesar de apoyarse en
un lenguaje metafórico, cuando no críptico, digno de estudio.
Creo
sinceramente que, a pesar de los que pusieron el grito en el cielo al
que los pájaros están encadenados, el Nobel ha ganado más que Dylan con
esta, para algunos, extraña decisión; la paciencia de la que no anduvo
muy sobrado en su época de esplendor lo corroborará. El tiempo está de
su lado.
19 de marzo de 2018
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.