jueves, 15 de enero de 2015

Qué no daría yo por escucharte de nuevo




       Montaba una fiesta apoteósica ella sola. Nunca pude imaginar que la echaría tanto de menos. Bulerías, sevillanas, canción ligera se han quedado tan tristes sin su gesto, ¡Ay, gran dama de mis sueños de disidencia caballa en Cai! ¡Ay, playa de Chipiona sin sus huellas en los arenales! Sin los recuerdos de un atardecer de sonrisas de verano, sin su mirada loca de sueño de amor nos hemos quedado.



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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.