Los gitanos de la Cava
son piropos de cantares
de toa esa raza gitana
y dicen por soleares,
¡Triana, Triana, Triana!
Lejos de gustarme, las sevillanas siempre estuvieron dentro de esos aires populares que me resultaban molestos y reiterativos. Ver varias veces la magistral película documental del mismo título de Saura favoreció felices descubrimientos, quizás el más emotivo fue el del mayor compositor de sevillanas que haya existido, Manuel Pareja Obregón. Elegante y con una clase desmedida, y al piano. En sus sevillanas están todos los tópicos que tantos otros han maltratado e incluso convertido en un fanatismo ciego, pero él no tenía ningún problema en conducir ese fervor hacia el arte con un convencimiento elegante y con aires bohemios.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.