Siempre con la estación lejos de
la ventana,
el verde traspasando los muros de
la infancia,
el levante que hace temblar la
primavera
y el camino borrado por los
hombres y el tiempo.
Aquí donde escuché leyendas y
lamentos,
donde te conocí, donde me
abandonaste,
aquí, he vuelto aquí, sin saber
que me mueve,
como puedo acercarme a ti que no
me hablas,
despejar mis palabras y avivar los
momentos.
Preguntarme cómo es tu mundo, qué
recuerdas,
si pensaste en mi alguna vez ¿cómo
lo hiciste?
y siempre la paradoja de cuán
importante fuiste
para mí,
cuántas sensaciones crecían y
peleaban
sólo por desearte,
y qué pequeño fui para tus ojos,
qué triste aparecía en tus aspiraciones.
7/4/2011
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.