Si has de dejarme
quiero que sea en otoño,
que la lluvia y el viento penetren en mi alcoba,
los eucaliptos lloren quebrados por la noche,
vuelva la soledad a la playa vacía.
Para que no me mueva la luz de tu vestido,
ni el lento respirar que arranqué de tu boca,
quiero que sea la muerte
quien recoja mis sueños y los lleve al ocaso
con el viento que llora.
Quiero que sea en otoño,
quiero que sea en la muerte
donde brote el dolor de cada pensamiento,
que la lluvia y el viento se queden en mi frente
y que puedas seguir ahondando en mis fracasos.
(Octubre - 1998) Publicado en Blogger el 22 de Febrero de 2012.
Esto deja un nudo en el estómago.
ResponderEliminarDesde la palabra 'otoño' de la primera estrofa, hasta 'vacío', que la acaba, yo ya estaba desolada.
Y de repente la segunda empieza con una metáfora absoluta, y continúa la nube oscura.
Y en la última vuelve la idea-resolución primera, el otoño y la obsesiva idea de entrar de lleno en el dolor de la pérdida.
Si has de dejarme, cuando ya es menos posibilidad que certeza.
Te felicito por haber sabido transmitir algo tan difícil de expresar.
Es tan triste pero tan bonito como lo dices, que te perdono
ResponderEliminarel dolor que producen todos estos sentimientos.
Maravilloso Enrique: Si has de dejarme quiero que sea en otoño. Esta estrofa es de lo más poético.
Siempre encantada de pasar por tus bellas letras.
Un abrazo.
Siempre es difícil, Susi, contestarte o será que yo me siento un tanto obtuso. Tengo por cierto que has pensado mucho lo que has dicho y que has hecho un recorrido largo y detenido por todo el poema; es agradable leer estas cosas sobre lo que uno ha escrito, y contar con tu paso constante por mis versos.
ResponderEliminarGracias, Susi, por tus felicitaciones.
Es preciso, Elda, que me quede con lo que me dices, para valorarlo debidamente. Tus palabras son siempre bien recibidas, ya veo que no importa la temática o el tipo de poema, estás ahí para que yo sienta tu apoyo.
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Porqué tanta amargura en tus versos? si ella te deja llorarías tu soledad pero el mañana puede iluminar de nuevo tu corazón con la llegada de un nuevo amor. Arriba ese animo querido Poeta, si ha de dejarte... la vida continúa y las heridas las cura el tiempo. Me encantó leerte.
ResponderEliminarTe dejo un gran ramillete de esperanzas felices.
Primero he de darte las gracias, Solina, por haberte acercado a este lugar donde dejo mis versos. El poema ya tiene algún tiempo, aunque hay sentimientos que nunca cambian, en este caso la inseguridad que tiene quien ama cuando las cosas, no se sabe por qué, no marchan bien.
ResponderEliminarUn saludo, Solina, y gracias.
Está muy bien expresado el dolor de una posible despedida.
ResponderEliminarIncluso se solicita en el poema más dolor añadido (en otoño,con el viento,en la muerte),para que quede claro el sufrimiento que va a causar esa posible separación...
¿por qué amamos tanto el otoño,el cielo gris,el viento y la lluvia cuando sentimos pena?
Tú sabes,Enrique,de mi afición por los poemas tristes.
Este me ha gustado mucho,posee todos los elementos que yo suelo manejar al escribir los míos...
Y algo más...¿por qué he pensado en el maestro Neruda al leerlo?
Un abrazo.
Un poema cargado de tristeza y desolación que expresas de forma magistral.
ResponderEliminarTe felicito por escribir tan bien.
Te agradezco, Jerónimo, el comentario acerca de la tristeza que me ofreces, y que añadas a este poema características que podemos observar en los tuyos, ya que éstos me parecen excelentes.
ResponderEliminarLeí mucho a Neruda en mis años de adolescentes, y supongo que es algo que marca y que se traduce de una forma inconsciente, con todo lo que se puede que no siempre llega a ser suficiente.
Un abrazo.
Gracias, Elisa, por tu amabilidad no sólo al visitar mi blog sino también dejando estos comentarios tan laudatorios. Sólo puedo reiterarte mi agradecimiento, el principal fin es lograr que los demás lean lo que escribimos, por ello cuanto más inesperado más agradable es. Eespero en contactos posteriores saber algo más de ti.
ResponderEliminarUn saludo.
No te conocía colega, pero... Qué bien escribes. Separando lo vivencial de lo literario y viceversa, tienes el don de la voz poética y eso, es sumamente complicado de conseguir, porque resulta ser que con eso se nace. La conjetura misma de tu poema, sugiere un grado de elegancia bastante bueno, es de ese verso libre que justifica su presencia en la lírica y no en la narrativa poética -que hoy es tan abundante que las confunden- por tanto no me resta otra cosa, que dejarte mi sincero aplauso, porque mira, este poema, me hubiera gustado escribirlo.
ResponderEliminar¡Qué sorpresa más agradable, Alberto! Yo si te conocía a través de los poemas que has publicado en el Foro y tengo en alta estima tu labor, si a la calidad que ya exhibes unimos las expectativas que proporciona tu juventud, encontramos un proyecto apasionante.
ResponderEliminarTe agradezco sinceramente el tono halagador de tus palabras, y espero que sigamos en contacto.
Un abrazo.
Pues mira tú, que sin comerlo ni beberlo me encuentro en tu blog, he estado leyendo todo lo que has escrito y realmente ha valido la gloria introducirse en tu trocito de cielo.
ResponderEliminarEs espectacular la forma que tienes de manifestarte.
Sí, creo que te seguiré.
Mis saludos siempre mediterráneos.
Aquí me veo, Concha, dirigiéndome a alguien sin rostro, sin señas, desconcertado en cierta forma, pero con la satisfacción de haber llegado a una desconocida. A pesar de Internet no es frecuente, y esta satisfacción cuenta con algún nombre y algunos comentarios, el tuyo ya está ahí. Todo esto me recuerda que quizás valga la pena que seleccione mis poemas y los cuelgue en el blog.
EliminarGracias, Concha, un saludo.