Cuando lleguen los días de una nueva derrota
y lleguen los harapos
a las piernas que vagan y edificios derruidos,
cuando lleguen los ojos
que doblen las esquinas y el ruido silencioso
que daña los oídos,
cuando llegue la noche que no sea una tregua
y se instale en el árbol cansado del camino,
cuando no quede estrella para pedir deseos
y el verso se deshaga
de tu boca en el cielo y no tenga sentido.
de tu boca en el cielo y no tenga sentido.
Cuando lleguen los días de una nueva derrota
y vuelvas a llevar aquel vestido nuevo
te esperaré en la esquina de la última cita
con flores en la mano,
brillantina en el pelo.
brillantina en el pelo.
(La balada de Robert Bruce)
Cuando lleguen los días de la decadencia total seguro que se nos acumularán los recuerdos y todos volveremos a ser seres elegantes y con pelo donde poner la brillantina.Me encantó este nostálgico poema que sin embargo habla de futuro.
ResponderEliminarAbrazos Enrique.
Alguien dijo que no tenía nostalgia del pasado sino del fturo , Joaquín. No digo que no sea posible. Eres un maestro de la nostalgia tengo con memorables versos que le has arrancado.
EliminarEnhorabuena, Enrique. Eso sí que es convertir la derrota en una cita de amor, o quizá sea más exacto decir, hacer frente a la derrota, a la decadente sociedad, con dignidad, con amor, y ramos de flores, sin perder la esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo, Fanny, que eres muy agradecida. Esta
Eliminarsociedad nuestra
Olvida
Los detalles. Tiene uno que vestirse con el ala de poeta para recordarlos.
Hay poemas tuyos que llegan tanto que se encoge el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
Pienso, Soledad, que uno intenta ser muy expresivo en determinados poemas y constatar que se cumple el objetivo de esa expresividad en otras personas supone una satisfacción.
EliminarMuchas gracias, Soledad, por tus palabras.