1
Ahora que estamos solos, cerca de la ventana,
y nos rodea lo que ansiamos
y nos busca lo perdido,
y nos busca lo perdido,
elevarte quisiera y entregarte
las flores que aromaste en mi jardín.
Entregarte el paisaje y las casas vacías,
los árboles y el aire que tuvimos.
Ahora que estamos quietos y el pasado
ha querido mirarnos para decir adiós.
2
¿En qué recuerdo he muerto
y en dónde me he perdido?
¿Hacia dónde camina tu perfume y tu amor?
Ahora que en las manos tenemos la palabra
y el viento del oeste deja oír su clamor.
¿Por qué nos alejamos del jardín, de la tarde?
¿Así muere el deseo, así muere la flor?
¿Así revoloteas cuando sientes la herida?
Adiós mariposa, adiós mariposa de mi vida,
queda un suspiro y el viento del oeste
para cantar la gracia de tus alas
y caminar sonriendo hacia la muerte.
3
Cuando ya no me veas y me olvides,
llevaré en la frente esa tristeza tuya
que el sol acariciará.
Tú volverás a ser la mariposa
que revolotea y cae con el día,
que no encuentra esperanza
y que vuelve a volar.