Que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
(Joaquín Sabina - Noche de bodas)
Gracias, Joaquín, por ser coherente en un mundo donde casi todos jugamos
al escondite, donde encaja con una plenitud no conocida antes el ser o no ser
del Príncipe de Dinamarca[i],
por seguir al lado de aquellos que apenas pueden dar otra cosa que una sonrisa
o un esfuerzo inútil más cerca del estoicismo obstinado de Pasternak[ii]
que de la lucha agónica de Hemingway[iii],
por haber admitido tantas veces en público cosas que absolutamente nadie
te podría exigir que hicieras, cosas que otros que también las hacen, no dudan
en condenar cada vez que se tercia porque es lo correcto y aun siendo así,
me permito opinar que en su caso tiene más de hipocresía que de servir de
ejemplo de cara a los nuevos muchachos. No les pido que hagan como tú, quien
dude de que tu mensaje va destinado a disuadir de hacer lo que tú has hecho
estará actuando de mala fe. Creo que estos políticos, ejecutivos, banqueros… lo
mejor que podrían hacer respecto a este asunto sería votar en blanco y dejar de
luchar con tanto empeño en sembrar la infelicidad en los campos del camino de tanta gente[iv].
Quizás
tú sepas, Joaquín, ya que demuestras inteligencia para eso, y mucho
más, que a las personas célebres, cuando buscáis la verdad y no
complacer al
público, se os permite, a regañadientes en muchos casos, decir cosas
evidentes aunque hagan daño, en cambio los desconocidos, apenas abrimos
la boca ya somos tildados de insolentes, arrogantes, creídos, soberbios,
exhibicionistas... incluso por muchas personas que deberían estar
de nuestro lado y analizan los síntomas de cualquiera de esos
padecimientos pero se pierden en las causas que han provocado un
sucedáneo con un sabor parecido.
Por otra parte, Joaquín, y eso es
ahora más importante, sin conocer a todos los poetas y admitiendo el mérito
enorme de algunos de ellos, pienso que en este momento no hay en España uno que
te iguale en registros, contundencia y, sobre todo, libertad a la hora de expresarse[v].
Por todo ello, te reitero las gracias, Joaquín, y desde luego, no pienso perder
ni una sola oportunidad de volver a verte.
Miércoles, 22 de junio de 2011
Ya sabes Elda, podría decir un nombre por placer o porque queda bien, pero
ya no puedo. Sé que no hago lo que tendría que estar haciendo y con lo que,
quizás, lograría algo parecido a lo que llaman felicidad, pero... tarambana,
lunático, poeta[vi].
Sé que alguna vez tendría que haber dicho cosas que no siento, si no lo
hago no es por valentía[vii],
es una especie de enfermedad, y me ha hecho perder a personas a las que he
amado mucho, a pesar de no haber compartido un café con ellas.
[i] No había observado antes las cualidades de Shakespeare como profeta.
[ii] Boris Pasternak: El mejor poeta ruso del siglo XX. Su obra más famosa
es una obra inclasificable; El doctor Zhivago que tras la polémica del Premio
Nobel que rechazó, obligado por las circunstancias, se interpretó que era un premio a la disidencia detrás del
telón de acero. Me han recomendado encarecidamente que vea el “Hamlet” de Kozintsev,
el director ruso recurrió para el guion a la insuperable traducción de
Pasternak
[iii] Por quíén doblan las campanas.
[v] Tú y yo sabemos que tu amigo Luis García Montero no encuentra rival en
eso del buen escribir cuando lo hace en verso blanco que donina con elegancia
cuando los otros somos dominados por él, y es un hombre sencillo y valiente.
[vi] Así voy yo, borracho melancólico, / guitarrista lunático, poeta, /y
pobre hombre en sueños, / siempre buscando a Dios entre la niebla. (Antonio
Machado)
[vii] Francisco de Quevedo: ¿No ha de haber un espíritu valiente? / ¿Siempre
se ha de sentir lo que se dice? /¿Nunca se ha de decir lo que se siente?
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.