sábado, 11 de julio de 2015

Lujuria desde una habitación



Tomaré  un poema  si acaricio tu rostro
y siento que se encienden los pliegues de mi ropa.

Tomaré otro poema si acaricio tu pecho
y siento que se rompe  la cumbre de mi boca.

Tendré tu falda abierta en mis ruinas,
tus ojos cielo oscuro penetrando la luna.

Pienso que tú  has muerto o tan lejos estás
que eres la poesía de un artista que llora
en la penumbra amarga donde huye el relámpago.

Descenso hacia el dolor, agujero aparente
que sube a las tinieblas de un techo imperceptible.

Pero yo aún te tiendo mi mano y te levanto,
lujuria que revienta en las ramas de mi alcoba,
lluvia que no ha caído, corazón que me evoca
intensas sensaciones que nunca florecieron.

2 comentarios:

  1. Los mejores versos surgen de la ensoñación,del deseo nunca satisfecho por fantasmas lejanos o imposibles.Así suele ser en tu caso y en otros muchos. También en el mío. A veces pienso que vivir intensamente de forma real y escribir, no sería posible a la vez. A pesar de que ya otros sí lo hicieron.

    "Tendré tu falda abierta en mis ruinas"...¡Qué necesario es creer!

    Abrazos Enrique.

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  2. Siempre hay que arrastrar el recuerdo del amor, vuelve una y otra vez para decirte que has vivido. La poesía se ve afectada por ese misterio, intenta reavivar incluso lo que no pasó porque le da la consciencia de que no hubo nada que pudiera impedirlo. Según se me ha dicho, alguna vez de este poema, el erotismo que intenta transmitir es demasiado ligero, yo lo veo intenso porque está lleno de vida, real o soñada.

    Gracias, Joaquín, en ti he encontrado a alguien cercano y humano, a pesar de tu gran dimensión como poeta, que comprende lo que escribo y sabe situarlo en el mundo de las sensaciones.

    Un abrazo.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.