Mirabas la tristeza oscura de este llanto
que se agolpa en mi mente
a un hombre que transita ausente por la calles
y vive acorralado por tu voz dulce y ronca.
Apenas era un sueño lo que se me negaba,
este silencio mío incordiaba al amor;
no quería tenerme
mecido por sus alas,
volvía a
la morada de un pensamiento oscuro,
desvelaba la brisa quieta de una mirada
cuyos ojos se cierran sobre mis sentimientos.
No he tenido tu llama ni siquiera un instante,
fui la breve sonrisa de un sueño que pasaba
y allí me arrinconaste
a solas con mi olvido que no llega a tomarte;
a pesar del dolor y las horas perdidas
sigo oyendo tu voz
y no me dice nada.
y no me dice nada.
Hace tanto te siento y no llevo tu nombre
como si fuera mío y pudiera abrigarlo,
tu buzón está lleno
de caricias
que mueren
y no saben llegar a la orilla del rostro
que apenas puedo ver y sabe que lo vivo,
el mío está vacío y triste hasta la muerte.
(19 de octubre de 2016)
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.