Hoy como mañana y como siempre
y de enero a diciembre
una cama blanca como la nieve
será nuestro refugio de seis a nueve
de seis a nueve
Tiempo de amor, amor a oscuras
que tan solo un cigarrillo
de vez en cuando alumbra,
ese amor que vive en penumbra
que vive en penumbra
A escondidas tengo que amarte
a escondidas, como un cobarde
a escondidas, cada tarde
mi alma vibra, mi cuerpo arde
a escondidas, cada tarde
te siento, piel de ángel.
Somos conversación predilecta
de gente que se cree perfecta
somos de esos amores
prohibidos a menores
por ser como son.
A escondidas, piel de ángel,
tengo que amarte como un cobarde.
(Camilo Blanes)
Que yo sepa, no suelo saber muchas cosas, Camilo Sesto nunca ha dicho que sea homosexual, sea como fuere respetaría su silencio, pero esta historia de amor adúltero de una belleza turbadora hubiera sido un monumento perdurable a las relaciones entre personas de un mismo sexo y, a través de ella, un acercamiento al Lorca de "Tu infancia en Menton" o a "She must be beautiful" de Janis Ian.
"Piel de ángel" no está entre las canciones más conocidas de Camilo Sesto, lo mismo ocurre con la desgarradora y sincera "Memorias", la desesperada "Algo de mí" o la tierna y frágil "Sin remedio".
El soberbio y trascendente "Solo un hombre" cayó en mis manos cuando entraba en la adolescencia y nunca pudo salir del todo de mi alma, aconsejaría "Una mujer" que llegó a mis oídos cuando todo se escucha lentamente.
El soberbio y trascendente "Solo un hombre" cayó en mis manos cuando entraba en la adolescencia y nunca pudo salir del todo de mi alma, aconsejaría "Una mujer" que llegó a mis oídos cuando todo se escucha lentamente.
Creo que todos tenemos un cantante o una cantante que nos deslumbró en nuestra adolescencia.En mi caso no fue Camilo Sesto,aunque sí me gustaron varios de sus temas.Yo era más de grupos como Beatles,Brincos o Bravos,aunque también de solistas como Raphael o Cecilia...
ResponderEliminarRecuerdo, Joaquín, el sitio y el momento que entré en contacto con Cecilia, la canción era nada de nada, entonces no sabía lo que era el nihilismo ni en cuál de sus vertientes podía situar su estremecedor mensaje. Sabía tanto de Raphael que, habiendo estado años sin escucharlo, me conocía la letra de todas sus canciones de finales de los 60 en el único concierto de él al que he podido asistir. Prefería a los Bravos antes que a los Brincos porque mi tío, me llevaba pocos años, tenía pasión por ellos y los ponía sin cesar en el pickup. Ahora reconozco que los Brincos son más perdurables, canciones como "Mejor", "Lola" o "Con un sorbito de champán" han resistido al juez implacable del tiempo. Sabía quienes eran los Beatles pero, por razones imprecisas, no empecé a escucharlos hasta el año 1974. Es, sin duda, el grupo que más me gusta, el que más me ha influido y el que aparece más en mis escritos.
ResponderEliminarCreo, Joaquín, que no solo escribes bien sino que tienes un gusto excelente. Gracias por haber provocado que me dé este pequeño paseo por la nostalgia, esa amante tuya que cuidas como si fuera una rosa.
Un abrazo.
Camilo Sesto (o Blanes) era uno de los cantantes preferidos de mi vieja, porque representaba su adolescencia. Como verás, ella una romántica y mi viejo un libertario (ya te conté muchas veces los temas que le gustaban a él). Ambos coincidían en Serrat.
ResponderEliminarAbrazos.
Fui tan ingrato, Simón, que un día empecé a reír con los chistes sin gracia que hacían hablar a alguien que no quería bajo la amenaza de hacerle escuchar sin pausa una canción de Camilo Sesto. Ya ves, tengo a "Solo un hombre" como uno de los discos más importantes de mi vida, tengo el vacío de no haber aprovechado la única oportunidad de haber visto al cantante de Alcoy cuando estaba en todo su esplendor; Memorias, Getsemaní, Llueve sobre mojado, Ayudadme son canciones que escucharé siempre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo que todas las cosas tienen su tiempo, Francisco.
ResponderEliminarQuizás en aquel momento no estabas espiritualmente preparado para adaptar tu razón a determinadas músicas.
A veces hay cosas que solamente los años explican, amigo querido.
Un abrazo grande!!
Bueno, Simón, yo solo tenía 14 años y la entrada valía, creo recordar, 400 pesetas, un precio alto para la época, y mi madre no me habría dado el dinero y, además era a una hora que no hacía aconsejable que un muchacho de mi edad volviera solo a casa, mis hermanas mayores y mi prima no lo harían hasta unas horas después de que hubiera acabado el concierto.
ResponderEliminarYo hablo en general, de acuerdo a tu respuesta. No te hago cargo de la cuestión. Hablo de la generalidad, aunque personalice. Y hablo así por lo que veo escrito, nada más. Comento lo que leo, en la forma en que lo interpreto, que quizás no es justamente lo que el autor tiene en su mente, pero no podemos dejar de lado que yo soy el lector.
ResponderEliminarEs eso, nada más. Una conversación. Un poco de pensamiento, que me niego a llamar filosofía, porque todavía me queda comentarte lo de Saint-Exupery y mi propia visión de eso.
Así que "hago palabra o hago diálogo o hago pensamiento", nunca "filosofía, cuestión o ideología".
Me contaron, Simón, que las muchachas gritaban en estado de trance, quizás ninguna gritó tanto como mi prima Pepa, era tan espontánea y buscaba en los conciertos la alegría que le negaba su situación económica en su vida cotidiana. Me dijeron, entonces no lo consideré una exageración, que las muchachas le tiraban los lazos que llevaban en el pelo como si fueran flores.
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