sábado, 4 de noviembre de 2017

Palabras a Fanny, a su ternura.



Creo, Fanny, que a escala planetaria cualquier español está tan cerca de esta muerte como nosotros, los ceutíes, y, por paradójico que parezca, puede hacer más para detenerla, pues debe tener razones para conservar un poco más de espíritu democrático, para echarse a la calle y exigir que acabe este encuentro trágico con el mar que nos dio la vida, no es un asunto cuya solución se deba dirimir en un tablero de ajedrez sin reloj.

Estamos hartos, Fanny, con la población originaria, me refiero a los descendientes de la que había antes de la guerra, narcotizada, incapaz de secundar una huelga justa en más allá de un diez por ciento y que vota mayoritariamente a una derecha populista cuya voracidad recaudatoria hace palidecer al sheriff de Nothingam, una izquierda que se derrumbó por méritos propios hace unos treinta años porque se fue a ver Ninotchka y algunos de sus componentes se quedaron viviendo la dolce vita y partidos, cada vez más importantes, que, aunque lo nieguen, son confesionales.

¿Y los inmigrantes subsaharianos? Creo que cuentan con las simpatías de una buena parte de la población. No votan y hacen lo que pueden, son humildes, cuidan coches, llevan carros de la compra y sueñan con dar el salto a tierra firme europea.

Quiero seguir pensando que Ceuta es Europa en lo más importante, la vocación humanista aunque, a veces, se porte como si no la conociera.


9 de febrero de 2014

6 comentarios:

  1. Estoy contigo Francisco, en tus pensamientos y en tus sentimientos en relación con el magnífico alegato, no por corto menos efectivo.
    Hago extensivo a Melilla el concepto humanista, aunque sería para otro debate el que Ceuta y Melilla sean o no colonias españolas en territorio africano, aunque esta última pertenezca a la corona española desde 1555 o 56.
    Ya se que no hablas de modo territorial, sino como ciudadano de Ceuta y espectador de injusticias.

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    1. Es un problema que se da con cierta frecuencia, Tara, tú y yo, rigurosamente, aferrándonos a la tierra, somos africanos pero nadie podrá negar que espiritualmente somos tan europeos como alguien que ha nacido en Madrid o en Roma.

      Ceuta y Melilla llevan vidas paralelas, recuperadas en el siglo XV, tienen un número de habitantes similar y una composición de la población parecida. Estamos atrapados en una encrucijada perversa, sobre todo ahora que la corrección política se impone sobre la verdad, y ésta es que la idea de Europa está siendo desplazada, que nuestros jóvenes no vuelven de la universidad a la primera oportunidad que tienen, que las cruces que nos oprimieron con la idea obsesiva del Infierno cada vez tienen que subir una cuesta más empinada, que el musulmán ceutí ha perdido en los últimos años una marca razonable de Occidente, acuciado y atemorizado moralmente por un sesgo conservador de los que han llegado de Marruecos imponiendo los velos y los pañuelos como si fuera algo inherente a su religión.

      Comprenderás que una persona que hable el castellano a duras penas y sea indiferente a la Cuestión catalana, cuando tiene carnet tenga los mismos derechos que nosotros pero no piensa en los mismos mitos que nos sustentan; puede votar, recibir subvenciones, moverse por toda la anchura de Europa, pero aunque sea buena persona no es nuestro compatriota ya que no conoce ni quiere conocer nuestra identidad aunque pueda elegir a nuestros representantes, aquellos que un día no muy lejano nos llevará hacia la muerte.

      Gracias, Tara.

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  2. Coincido contigo Francisco,cualquier español...
    Los problemas que tú ves en tu Ceuta,son los mismos problemas que tenemos en el interior de la península,conformismo con quienes nos malgobiernan pero furor y extremismo ante quienes proponen cambiar las cosas.las eternas dos Españas latentes como antaño,como siempre,porque los responsables de hacer de las dos una sola no han cumplido con su obligación de gobernantes.La derecha más rancia va para rato en el poder porque a casi nadie en este país le interesa sanear de una vez por todas nuestras más viciadas raíces o nuestros más disparatados argumentos cuando nos ponemos a disertar sobre el concepto patria.
    Ya lo dijo Otto von Bismarkc,aquel militar prusiano del siglo XIX, "España es el país más fuerte del mundo,llevan años intentando autodestruirse sin conseguirlo. El día que dejen de hacerlo,España volverá a estar a la cabeza de los países del mundo"

    Abrazos Francisco E.

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    1. No imaginaba a Bismarkc teniéndonos en cuenta y menos desde un punto de vista tan fatalista y certero.

      Estoy de acuerdo contigo en lo que dices, aparece la España herida de Machado, atrapados aquellos que creemos en un reformismo profundo entre el conservadurismo reaccionario de unos y la nefasta idea de revolución de otros, eso ya existe en Ceuta, como bien dices, y en eso nos parecemos al resto de los españoles, pero debemos añadir otro problema que, aunque existía desde hace muchos años en los últimos se ha acelerado de una manera fraudulenta y terrible; los españoles de origen europeo vivimos con la melancolía de sentirnos una especie que camina con paso acelerado hacia la extinción.

      Un abrazo; Joaquín, siempre llenas mis páginas de sabiduría y de ternura aun cuando los temas son espinosos.

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  3. Querido Enrique: Me sentí aludida por el título y luego, al leerte,por sentir que me emocionaba esa ciudad olvidada que, siendo española, vive como en un exilio permanente y quise regresarte. Es necesario escucharte a ti y a cuantos vivís ahí los problemas humanos de a población africana hacinada en la zona fronteriza intentando llegar a la península arriesgando su vida. Y, como dices, sin que nadie alce la voz y se movilice ante tanta tragedia.
    Me ha gustado mucho volver a escuchar la canción "Contamíname",de Ana Belén.Deberíamos empatizar con los que sufren. Nada humano debe sernos ajeno. Proclamo el amor y la ternura como ese "árbol bajo cuyas ramas puede el ser humano encontrar cobijo".

    Gracias, Enrique. Tú también eres tierno.
    Un fuerte abrazo.

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    1. Me has liberado, Fanny, con esta respuesta ya que había llegado a pensar en la pertinencia de publicar como entrada algo que te había escrito a ti sin decírtelo previamente. No es la primera vez que lo hago, una falta de concentración más que evidente ha hecho que le dé una gran importancia a estos escritos y solo lo hago con personas a las que os tengo una alta estima.

      No es la primera vez que hablamos de este tema, quizás el drama que se viste de tragedia, a menudo, de los subsaharianos haya soterrado la agonía de una civilización, podemos establecer las fornteras físicas pero no las espirituales por más que las percibamos. Habrá quien critique algunas cosas que he dicho ciñéndose a la corrección política, pero creo que solo digo lo que veo, lo que voy sintiendo; el Islam cambiará algún día, conocerá el peso de la duda que nos da una oportunidad de liberarnos como hombre, pero en este momento no se vislumbra.

      Un abrazo. Me alegro mucho de volver a hablarte. Ojalá no vuelva a haber un solo muerto más.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.