Su frialdad se ha fijado en mi memoria, / tan fría era, tan fría / que al estrecharla contra mi pecho / su corazón no latía. Por este poema supera a algunos poetas considerados mayores. Pero su legado inaprensible está en su pensamiento, lo destruyó todo por su propia iconoclastia y nadie ha podido ni podrá seguirle.
A veces uno piensa que no le puede herir la indiferencia de aquellos que le han hecho daño. Es terrorífico pensar en la soledad de Nietzsche o Van Gogh.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.