No me nuembren que es pecao
y no comenten mis trinos
yo me voy con mi destino
pal lao donde el sol se pierde
tal vez alguno se acuerde
que aquí cantó un argentino.
y no comenten mis trinos
yo me voy con mi destino
pal lao donde el sol se pierde
tal vez alguno se acuerde
que aquí cantó un argentino.
El alma insondable de poeta de Yupanqui y el corazón
inmenso de cantor de Cafrune se fundieron en esta canción mítica que se hace
aconsejable que sea conocida por los más jóvenes para que se expanda su
patrimonio espiritual.
Yo que he sido tantas
veces tildado de ser argentino con evidente molestia de mi orgullo andaluz,
después de todo he comprendido que estoy enfermo del mismo amor y ya no quiero
curarme, evidentemente un argentino no me reconocería como tal al escuchar mi
acento, pero hablamos de lo mismo cuando nos asomamos a los versos de Yupanqui.
Cafrune solía decir que hay muchos poetas pero muy pocos cantores, siendo
cuestionable lo primero hemos de reconocer que acertaba plenamente en lo
segundo. En estas coplas nos deja su maestría, su inspiración y hondura a la
hora de interpretar las palabras de otro.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.