domingo, 6 de marzo de 2016

La vida no hace regalos.




       Quizás nadie alcanzó de una forma tan profunda la transcendencia de la fragilidad sentimental como Brel en Orly. La vida no hace regalos repetía como observador implicado de una ruptura, mientras, en oposición al optimismo sano y ligero de Bécaud, sentía como una pareja se rompía en pedazos en el marco transitado por maletas del aeropuerto parisino; La vida no hace regalos. 

        No suelo corregir a Brel, es mi cantante favorito, pero esta vez me gustaría hacerlo, es un pequeño matiz que crea una pequeña diferencia pero, en realidad, viene a decir lo mismo; La vida te hace regalos cuando ya no los necesitas. Ha muerto en ti una ilusión primigenia, sonríes ante ellos pero con la misma sonrisa tierna y forzada que antes mostraba tu tristeza.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.