Probablemente lleves razón, Esteban, cuando dices que la lógica nos lleva a
pensar que la poesía en un sentido absoluto es intraducible y que el lector u
oyente no puede disfrutar plenamente de ella si no lo hace en su propia lengua,
pero me resisto a verlo así, ya que he encontrado la sensación que busco en
mundos distintos, en culturas diferentes, y me ha llegado directamente muchas
veces, sin que pueda explicar la razón creo que es porque la grandeza de la
poesía, como la de la música, está en su universalidad a pesar de todas esas
dificultades de las que me hablas, porque apela fundamentalmente al sentimiento
de la manera más íntima e indefinible que nos queda.
Hubo un cantante que me pidió que le tradujera, después de que se la
hubiera hecho escuchar un buen número de veces, "Voir un ami pleurer"
de Brel, nada más pensar en los dos primeros versos comprendí que era casi
imposible cantarla dignamente en castellano, pero, lo digo con amargura, con el
francés que puedo le expliqué lo que decía el poema. Aunque no me lo dijo exactamente
así, en un gesto generoso no muy habitual de ese cantante cuando hablaba del
mundo de los artistas, reconoció que era simplemente "poesía" lo que
transmitía.
Uno de los poemas más profundos, sentidos y hermosos de nuestra lengua
"A la muerte de Carlos Félix" de Lope nos demuestra hasta qué punto
se logra la excelencia cuando se consigue la comunión entre fondo y forma,
¿pero son mejores las estrofas de este poema que alcanzan mayor perfección
formal o aquellas que además tienen los resortes indescriptibles que llegan a
emocionarnos? ¿Cuáles lograrán ser más efectivas en una traducción?
He escuchado hablar de la técnica proverbial de Lorca, me gustan mucho sus
romances y sus sonetos, pero, para mí, su cumbre poética sería Poeta en Nueva
York (y el Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías). Somos muchos los
que disfrutamos de esos poemas, algunos de ellos escritos en lo que llamamos
verso libre y que el poeta decidió de una forma deliberadamente desordenada
escribirlos para introducirnos en el corazón del caos y la sinrazón de la
civilización moderna. No podría decirte; Esteban, si me gusta más el Romance
sonámbulo o Intermezzo, ya que los dos son magistrales, pero te aseguro que
siendo probablemente más oscuro el primero en significado, si le leo ambos a
una persona poco acostumbrada a leer poesía, me diría lo bonito que es el
primero y lo raro que es el segundo. Y para terminar ¿cómo se debería afrontar
la traducción de estos poemas en otro idioma? Si defendemos el hecho de que en
el primero se ha logrado el objetivo, al menos en los idiomas afines, si se ha
transmitido el mensaje respetando medida y rima, tendríamos que pedir que en el
segundo se respetara su medida irregular. Ya que en poetas como Lorca sabemos
que no es aleatoria.
Es un tema, Esteban, que me apasiona. La razón es porque me animé a escribir
poesía a raíz de leer unas traducciones de algunas estrofas de canciones de
Paul Simon (algunas aún me las sé de memoria) y, por mi afición al rock, se me
hizo una costumbre. A las personas como tú y otros compañeros, que además de
cuidar el fondo, en una parte de vuestra poesía también cuidáis la forma, os
tengo mucho respeto, y pienso que jugáis un papel muy importante a la hora de
establecer criterios siempre necesarios (incluso en la poesía); ya sabes lo que
algunos piensan que es un cuadro abstracto o un poema en verso libre.
Te doy las gracias, Esteban, por haber analizado con tanta profundidad y
atención esta publicación, y haber sabido extraer el verdadero motivo que,
quizás, inconscientemente, buscaba cuando publiqué esta, vamos a llamarla así,
traducción.
Ya sé que es un debate interminable, pero es apasionante lo que nos hace
pensar.
Un abrazo.
Comparto tu opinión, Enrique.
ResponderEliminarYo que amo profundamente el Flamenco, mi otra pasión, te he leído escuchando al maestro Enrique Morente y casi te diría como el cantaor, "no tengo más remedio que echarme a llorar".
Gracias por este bello artículo con este triángulo mágico.
Un abrazo, amigo mío.
Reconozco, María, que el arte, al final, por mucho que lo queramos sistematizar, tiene, por suerte, algo que se nos escapa. Te hablaría sin parar de poemas memorables que están mal escritos, de errores voluntarios queriendo dar un sentido único a un momento o sensación que no pueden trasladarse a otro contexto. La verdad es que acabo de enterarme de que lo que hacemos la mayoría de los poetas hoy en día se denomina poesía escrita en prosa separada por líneas, el versículo, el verso libre han quedado atrás, y veo muy bien que así sea, considero a Hemingway el novelista, junto a Saint-Exupéry, que más poesía nos transmitió en su prosa sin líneas separadas y, paradójicamente, para mí, su poesía es prescindible (Antoine apenas lo intentó).
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