jueves, 17 de marzo de 2016

La voz de tu presencia



Desgarro en mi silencio la voz calma de un bardo
el mar donde pensabas ser una bailarina,
los árboles cansados a cuyos pies soñabas,
desgarro este misterio donde mi amor  hervía.

Este vagar constante que no encuentra tu falda,
este trote sin ritmo que me lleva a tu huella,
este sentir tu verso sin poder encontrarte,
se agolpan en mi mente. 

Persisto en tu fracaso.
Me quemo en tu caricia fresca como un racimo,
la piedra de tus ojos, la voz de tu sentencia,
lloro en la alborada donde reía el mirlo,
en tu pecho temblando, tus manos que gemían.

Persisto en tu sonrisa que alentará mi olvido
en el amplio salón que guardaba tus besos,
y aquel verso de Frost
de visillos abiertos que secaban las  lágrimas
de un Yupanqui cansado en tus ansias dolidas
en tu amor que me duele, tu sombra que se acerca,
la muerte que me acecha en tu jardín perdido.

11/6/14

2 comentarios:

  1. Es un bello poema de amor que refleja con rotundidad el maravilloso sentimiento que es amar a alguien y la persistencia de tu empeño en que ese amor no se pierda.
    La fuerza expresiva de tus palabras es subyugante y todos los versos son increíblemente hermosos.
    Me resulta un poema profundamente humano, lleno de esperanza por esa insistencia que más que en la herida, se diría que es en el amor.

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  2. Es muy grato, Beatriz, tenerte de nuevo aquí, en mi rincón. Es un poema reciente y no le tengo tomada la medida, pero navega hacia donde yo quería y tus palabras han hecho que piense así, te lo agradezco.

    Un abrazo.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.