domingo, 6 de agosto de 2023

Ya no eres la mujer

 


 Ya no eres la mujer que sonríe a la tarde
que, con su extraño rostro, acaricia y envuelve
la luz de los espejos,
y declina en la clase de los vientos la rosa,
no vives la canción de la esperanza
mientras muere un poeta en las Puertas del Campo
del ansia de vivir su verbo en el ayer.

Ya no viertes tu aliento en mis mejillas,
no rompes las paredes del rencor afligido,
ni abres el encaje a mi lujuria
atormentada y triste que lleva su agonía
a los ojos de un bar que divulga el licor
y rebosa de humo. La barra de equilibrio
de todos los milagros, de todas las palabras,
angosta e implacable espera la caída
del verso y los delirios en los escaparates.

No apartas mi camisa del silencio,
no abres tu clausura a mi ardiente mirada,
ni cuidas mis requiebros en la caja de música
cuando Chopin detiene el llanto de la brisa.

2 comentarios:

  1. "...no abres tu clausura a mi ardiente mirada,
    ni cuidas mis requiebros en la caja de música
    cuando Chopin detiene el llanto de la brisa."

    Un final digno de uno de tus maravillosos poemas de amor y nostalgia. Siempre es un placer volver por tus letras, estimado amigo.Espero que estés pasando el mejor de los veranos.
    Fuerte abrazo.

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  2. Gracias, Joaquín, ya sabes que me siento muy bien con tu presencia, que haces que mire con más buenos ojos al poema que comentas.

    Un abrazo.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.