Mi corazón dormido sobre una primavera
que no tiene balcones para colgar tu risa.
Mi luz amortajada por siglos de silencio
agitando pañuelos de un adiós que agoniza.
Llueve en el cielo claro que acaricia tu
rostro,
en la tarde de mayo, en el bosque de piedra.
Me ha dolido tu amor y no puedo negarlo,
me duele hasta esta lluvia que no cae y se
aleja.
Me duele el pensamiento que no encuentra
consuelo
en este divagar que muere ante tu queja.
Puedo ser en la lluvia un gitano que
vuelve
cantando a los caminos su pena y sus
caricias,
que sufre entre las flores silvestres del
misterio
y agita entre los vientos la cruz de su
camisa.
Llueve en las soledades quietas de la
avenida,
sobre los institutos que guardaron tu
huella.
Llueve sobre los charcos que acogen el
destierro
de aquella soledad que no me deja nunca.
Hola, Enrique. No te olvido. Es solo que estoy poco inspirada para expresar lo que siento en tus poemas, siempre tan evocadores.
ResponderEliminarMe empapa la lluvia de nostalgia de estos versos, la soledad de presente que no encuentra compañía más que en el recuerdo.
¡Ay, tu alma de poeta! Cómo no amarla.
Un abrazo.
Ya tenía preparado el comentario, Fanny, y me falló Internet. Te decía que me sentía muy bien de volver a tener tus palabras, son siempre tan tiernas, que volvía a mostrarte mi agradecimiento. Tuve que volver atrás para rescatar este poema, merece la pena si te ha llegado a ti. Yo tampoco te olvido.
EliminarUn abrazo.
Sé que la lluvia inspira poemas pero hay maneras y maneras de sentir esa inspiración.La tuya es sublime porque tus versos,más que hablar de la lluvia,se funden con ella.¡Cómo nos multiplica la pena del amor perdido esa lluvia que empapa la ciudad y nuestros ojos!.
ResponderEliminarNo sé por qué,pero estos dos versos me tocaron directamente las fibras más sensibles:
"Llueve en las soledades quietas de la avenida,
sobre los institutos que guardaron tu huella."
Feliz semana Enrique.
Siempre nos ha unido la nostalgia, Joaquín, ese terreno al que llevas a la emoción y a la poesía, sabes hablar, expresar los sentimientos; ser destinatario de tus palabras es un privilegio, yo las tengo entre las que me son más queridas. No recuerdo el momento ni la forma en que empecé esta relación contigo, pero, sin duda, estoy muy satisfecho de tener como amigo a un gran poeta.
EliminarUn abrazo.