martes, 17 de noviembre de 2015

Pasolini - Cercana a los ojos

       El descubrimiento de Pier Paolo Pasolini como poeta ha sido para mí muy posterior al del cineasta, y, sin duda alguna, sin negar sus méritos en esta última faceta, es el campo donde mejor supo desarrollar sus inquietudes, su búsqueda áspera, a veces agónica, y siempre sincera de su verdad como hombre. Moderno o clásico, no lo sé, rotundo y sincero siempre, en su expresión me recuerda al Cesare Pavese de ”Lavorare Stanca” (Trabajar cansa), al menos en los poemas de corta extensión y de carácter confesional y narrativo al mismo tiempo. La maldición del “oficio” del poeta es recurrente, la relación con el hombre que vive una situación y un tiempo concretos, con los que nunca se debe estar de acuerdo, es agria y sin concesiones, y las adereza levemente con la ternura de los momentos que se viven en el recuerdo, ese lugar en donde podemos llenar de significado situaciones que parecen pasar casi desapercibidas, y que añoramos cuando somos conscientes de la imposibilidad de su retorno.

     “Cercana a los ojos” es un poema especialmente emotivo, escrito años después de los hechos a los que hace referencia; su hermano que duerme distendido y ausente fue fusilado por partisanos durante la Segunda Guerra Mundial. Una dolorosa contradicción en su vida a la que se irían añadiendo otras muchas, la más llamativa; la muerte violenta del propio poeta; aquellos con y por quienes luchaba acababan con la vida de aquél a quien recordaría siempre. La luz, el hermano y la madre, también el canto del grillo, quedan suspendidos en una atmósfera que nos recuerda la aparente quietud en la que viaja a veces la más conmovedora de las tragedias.



Vicina agli occhi

Vicina agli occhi e ai capelli sciolti
Sopra la frente, tu piccola luce,
distratta arrosi le mie carte.
Adoslecente ardevo fino a notte
Col tuo smunto chiarore, ed era strano
Udire il vento e gl’isolati grilli.
Allora, nelle stanze smemorati
Dormivano i parenti, e mio fratello
Oltre un sottile muro era disteso.
Ora dove egli sia tu, rossa luce,
Non dici, eppure illumini; e sospira
Per le champagne inanimate il grillo;
E mia madre si pettina allo specchio,
Usanza antica come la tua luce,
Pensando a quel suo figlio senza vita.


Cercana a los ojos


Cercana a los ojos y los cabellos sueltos
sobre la frente, tú, pequeña luz,
dispersa, enrojeces mi cuaderno.
De adolescente, en tu pálida llamarada,
ardía  hasta la noche,  y era extraño
escuchar al viento y a los grillos solitarios.
Entonces, en la olvidada habitación
dormían mis padres, y mi hermano,
inmóvil, descansaba tras un muro delgado.
¿Dónde está ahora, luz roja?
No hablas, sin embargo iluminas; y suspira
el grillo en el silencio de los campos.
Y mi madre se peina al espejo
de una manera antigua como tu luz,
pensando en su hijo ya sin vida.


(Traducción; F.E. León)


El azar ha querido que coloque el poema aquí, soy supersticioso. Variación de un poema del 1-1-2011.


Arranca este lamento en la mañana
cuando el licor asoma
en poros y gemidos.

Lleva el mar el aullido que intentaba
expresar mi dolor
por haberte perdido.

Roma erguida
sobre siglos de pesares y ruinas
sobre divagaciones y sueños de profetas.

Roma en mi vida,
Roma en la memoria
que la noche siente
en esta callejuela
honda de los fracasos
que me entregó la poesía,
y una verdad amarga que me arrastra
por la arena al final de los caminos.




29 de Noviembre de 2012


     Sobre la muerte de Pasolini parece aceptarse de una forma definitiva lo que era más aparente; un muchacho que se dedicaba a la prostitución y con el que había tenido o iba a tener relaciones sexuales tuvo un ataque de locura transitoria y se ensañó con él, descargando la sospecha que se tenía sobre un encargo por parte de altos cargos de la democracia cristiana a quienes había fustigado con sus escritos sinceros y apasionados.


      Te dejo un pequeño poema que escribí como introducción a la traducción de un fragmento de "Una vitalidad
desesperada." 


Pasolini en el recuerdo 

Cuando la luz no ofrece esperanza y se me adentra el verso
de un poeta que calla
en el nocturno inhóspito de una playa tardía,
envejece mi alma por no saber nombrarle,
por no haber arrastrado
el peso de mi culpa, por ser testigo ciego del implacable olvido,
por no reconocer que la vida se me escapa y no conozco a nadie
para que llore por aquello que no hice. 


5 de Diciembre de 2012


Me has tocado en un punto débil, H.. Pensaba dejarte en esta respuesta el debate que mantuve con una compañera que es todo un misterio en cuanto a identidad pero que hizo que volviera la vista hacia atrás, y es profunda y certera en sus apreciaciones. Creo que Pavese merece una publicación aparte y eso voy a hacer; mi poema 11 de Abril, sé que lo has leído, se refiere a su última ruptura amorosa conocida. En cuanto a Salvatore Quasimodo he conseguido el poema que más me gusta de él, no tengo la traducción del entrañable Ángel Crespo porque perdí la Antología en donde estaba, intentaré hacerte llegar la mía.



       Volviendo a Pasolini te dejo el poema de él que me rompe los esquemas, cada verso lo escribe como si fuera el último, yo me quedo con estos dos; no saldré nunca de aquí por más que sonría; adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.


A menudo un poeta se acusa y se calumnia,
exagera, por amor, su propio desamor,
exagera, para castigarse, su propia ingenuidad…
(Pasolini)

“Análisis tardío”


Sé bien, sé bien que estoy en el fondo de la fosa;
que todo aquello que toco ya lo he tocado;
que soy prisionero de un interés indecente;
que cada convalecencia es una recaída;
que las aguas están estancadas y todo tiene sabor a viejo;
que también el humorismo forma parte del bloque inamovible;
que no hago otra cosa que reducir lo nuevo a lo antiguo;
que no intento todavía reconocer quién soy;
que he perdido hasta la antigua paciencia de orfebre;
que la vejez hace resaltar por impaciencia sólo las miserias;
que no saldré nunca de aquí por más que sonría;
que doy vueltas de un lado a otro por la tierra como una bestia eenjaulada; )
que de tantas cuerdas que tengo he terminado por tirar de una sola; )
que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura; )
que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.

(Fin de los años sesenta)



Traducción de Hugo Beccacece


13 de Diciembre de 2012
  


      He comprobado, H., que el exceso de información no siempre es bueno en poesía, no somos científicos ni debemos encorsetarnos con el rigor, el corazón se equivoca te dejo esta nueva entrega sin saber si el catolicismo de Pasolini llegó hasta el final de su vida. Insisto en que me recuerda mucho a Caravaggio por la sinceridad brutal con la que acometían sus facetas artísticas y mezclaban la belleza más exquisita, incluso mórbida cuando acometían temas religiosos y los dotaban de un atractivo demasiado terrenal, con la fealdad y la decrepitud resultantes del paso del tiempo y las dificultades extremas en la vida de algunas personas. En el aspecto de la manera de proceder de un buen cristiano es el otro Miguel Ángel, el Divino y eterno cabreado, quien le sirve de referente, amaba la piedad como un impulso solidario, emotivo y, a ser posible, anónimo que emana de las enseñanzas de Cristo, y sentía una repulsión irreprimible hacia la caridad, no por ella misma en la que reconocía su valor, sino por la consecuencia exhibicionista en que suele derivar para lavar la conciencia y fortalecer la imagen de ciertos grupos humanos y la falta de tacto de éstos hacia la dignidad humana de los desfavorecidos con quienes la practican.

     Te dejo unas estrofas del poema del que te hablé, para mí las mejores, aunque no sé si con ello quiero decir que sean buenas. La enseñanza que más ha perdurado en mí de Pasolini es que la calidad tiene unos parámetros que no todas las personas tienen capacidad para cumplir, y hay muchos que lo intentan, pero la sinceridad está al alcance de todos aquellos que sienten y muy pocos le rinden culto.

En la playa de Ostia o en Trieste, entre los tilos
o en cualquier campo abierto
donde jueguen la noche y el deseo
me llamará la muerte como lo suponía,
marcado por los golpes del Calvario.

En el rostro que el sol esculpía en bronce,
en los ojos que me entregan
creía ver las puertas
que me abría un Ghiberti apasionado. 

¡Señor, me abandonaste camino de la cruz
y me dejaste en el mar oscuro de los pobres!





19 de Diciembre de 2012


       Después de haber sido advertido de un detalle sin apenas importancia, aprovecho, Truman, para reiterarte las gracias, y matizar el final de mi contestación, me refería, por supuesto, al castellano cuando decía nuestra lengua, pero tú lo has cambiado de significado; ahora me refiero a la lengua de las personas que, como Pasolini y tantas otras, dicen, con más o menos fortuna, lo que quieren decir y lo que sienten. La tuya en cambio expresa lo que dice otra persona.
 
18 de Enero de 2013
       Es un poema escrito en 1974, un año antes de su muerte. Se trata de una versión de otro que había escrito veinte años atrás. No, no murió en primavera. La excesiva sinceridad de Pasolini siempre fue interpretada como una provocación, la aceptación de su homosexualidad tanto desde el punto de vista del amor como del deseo y darle un tratamiento poético convencional no podía sino crearle problemas. La belleza es siempre la misma. Para mí "Tu infancia en Menton" de Lorca es uno de los poemas de amor, o desamor si se quiere, más hermosos de la lengua castellana. 
 

El día de mi muerte
 
Si el grano de trigo no cae en tierra
y muere, quedará solo;
pero si muere dará mucho fruto.

 

Juan, 12.24
(Citado por Dostoievski)


En una ciudad, Trieste o Udine,
por una avenida de tilos,
en primavera, cuando cambian
de color las hojas…
uno ha vivido,
con la fuerza de un hombre joven,
en el corazón del mundo,
y les daba a los pocos
hombres que conocía,  todo.

Después, por amor de los que eran jovencitos
con el mechón en la frente,
como él - hasta poco antes
de que sobre su cabeza las estrellas
cambiasen su luz –
hubiera querido dar la vida por todo
el mundo desconocido,
él, desconocido, pequeño santo,
semilla perdida en el campo.

Y en cambio ha escrito
poesías de santidad
creyendo que así
el corazón se engrandecía.
los días pasaron
en un trabajo que le ha arruinado
la santidad del corazón:
la semilla no ha muerto,
y él ha quedado solo.

 
(Traducción de Delfina Muschietti – Versión de 1974)





22 de Julio de 2013


       Sin que sepa, Ó., la razón concreta, siempre me ha gustado hacer partícipe a otros compañeros del placer que me causaba el descubrimiento de artistas en general y, especialmente, de poetas. Lo que me dices lo encuentro fascinante como el hecho de que Pasolini te haya resultado extraordinario, conocer a los grandes siempre nos abre puertas para afrontar nuestros retos, cuando requieren traducción en ella se nos ofrece unas posibilidades originales de tratar nuestra propia poesía.

2 comentarios:

  1. El poema "Cercana a los ojos" me parece impresionante al igual que el de "Análisis tardío" y el tuyo de "Pasolini en el recuerdo" está a la altura de ambos. Ya sabes que eres el artífice de que yo descubriera a Pasolini en su faceta de poeta, y te lo agradezco infinitamente. Esta entrada tuya da para mucho, mucho que decir, vaya esto de momento, pero he de comentarte más impresiones.

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    1. Estoy muy contento con Pasolini en el recuerdo, pero lo estoy más con tu vuelta. Ya te hablaré a fondo sobre tu comentario, Beatriz. Estoy entre sorprendido y obnubilado por haber encontrado a alguien que me ha valorado como si fuera un grande y no esperaba la justa y algo estúpida correspondencia. Con premios de verdad los tengo y me pregunto a quienes ponen de jurado. En fin un laberinto que enreda hasta a los pocos amantes que tiene la poesía como ciertos. La última premiada en el sorteo me pide que le bese los pies o algo menos y no me da la gana.

      Un abrazo.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.