Te escribiré mis deseos en pétalos vencidos
cuando se apague el resplandor de la antigua ventana
y vuelva la soledad de los recuerdos en la brisa,
cuando aparezca en tu cuaderno
la proclama que hierve en la frente de un profeta
abandonado en el misterio de una playa,
abandonado en el misterio de una playa,
el paso de los amantes que fuimos
y envuelven en una queja la canción de las farolas
acogiendo en un discurso los nocturnos de los huecos,
una mirada oscura que nos busca en la techumbre
de un Pierrot apasionado,
de un mártir que se emociona con un llanto de guitarra.
***
de un mártir que se emociona con un llanto de guitarra.
***
Te escribiré mis deseos en tus pétalos caídos
cuando se apague el resplandor de la antigua ventana
y vuelva la soledad en los recuerdos de la brisa,
cuando aparezca en tu cuaderno
la proclama que hierve en la frente de un profeta
abandonado y muerto
en el misterio corrompido de una violenta playa,
cuando midan las luciérnagas
abandonado y muerto
en el misterio corrompido de una violenta playa,
cuando midan las luciérnagas
el paso de los amantes desangrados
que envuelven en una queja polvorienta
el pulso de las farolas
el pulso de las farolas
acogiendo en una prédica angustiada
los nocturnos de los huecos
los nocturnos de los huecos
de una mirada oscura que nos busca en la techumbre
de un Pierrot sonriente y apasionado,
de un mártir que se emociona con la gravedad de una pluma,
con la mirada de una gacela herida detrás de unas rejas,
con un llanto desnudo a los pies de una guitarra disfrazada.
de un mártir que se emociona con la gravedad de una pluma,
con la mirada de una gacela herida detrás de unas rejas,
con un llanto desnudo a los pies de una guitarra disfrazada.
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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.