Pasa el tiempo en tu sonrisa y vuelves a los espejos
de los troncos
caídos en la acera estrecha de las citas
y vuelves a las alas
de la cometa azul que se enreda con la noche
y refleja la caricia de tu rostro en los mares.
Nadie podrá decirte que no preguntaras
por lo perdido
con el corazón que latía en los labios del intento,
en el balcón donde colgaba el flujo de los geranios.
Nadie podrá negar que cruzaras las nubes solitarias
con tu blusa anudada en la cintura,
que abrazaras el culto
de una mirada penetrante en el silencio
e inundaras con arrojo y con caricias la lágrima de la rosa perdida
en el interior del viento de una derrota inconsolable.
Sigues en mis anhelos
con tu vuelo en mi brazos, el candor en las mejillas
y en mi mirada enciendes
la sombra cineraria de los héroes marchitos
que no encontraron el canto en mi corazón de viajero.
Sigues en mi memoria moviendo los instantes
con el trago doloroso
con el trago doloroso
del primer verso en el que te buscaba
y por el que sufro y me detengo en tu imagen
cada vez que lo escribo en tus labios todavía.
cada vez que lo escribo en tus labios todavía.
***
Pasa el tiempo y vuelve tu sonrisa a los espejos
de los troncos
caídos en la acera estrecha de las citas
y vuelven las alas
de la cometa azul que se enreda con la noche
y refleja la caricia de tu rostro en la bruma de los mares.
Nadie podrá decirte que no preguntaras
por lo perdido
con el corazón que latía en los labios del intento
en el balcón donde colgaba el flujo de los geranios.
Nadie podrá negar que cruzaras las nubes solitarias
con tu blusa anudada en la cintura,
que abrazaras el culto
de una mirada penetrante en el silencio
e inundaras con arrojo la lágrima de la rosa perdida
en el interior del viento de una derrota inconsolable.
Sigues en mis anhelos
con tu vuelo en mi brazos, el candor en las mejillas
y enciendes en mi mirada
la sombra cineraria de los héroes marchitos
que no encontraron el canto en mi corazón de viajero.
Sigues en mi memoria moviendo los instantes
con el trago doloroso
con el trago doloroso
del primer verso que te buscaba
sufro ese momento como si fuera tuyo
y me detengo en tu imagen
cada vez que lo escribo en tus labios todavía.
***
Pasa el tiempo y vuelve tu sonrisa a los espejos
de los troncos
caídos en la estrecha acera de las citas
y vuelven las alas
de la cometa azul que se enreda con la noche
y refleja la caricia de tu rostro en la bruma de los mares.
Nadie podrá decirte que no preguntaras
por lo perdido
con el corazón que latía en los labios del intento
en el balcón donde colgaba el flujo de los geranios.
Nadie podrá negar que cruzaras las nubes solitarias
con tu blusa anudada en la cintura,
que abrazaras el culto
de una mirada penetrante en el silencio
e inundaras con arrojo la lágrima de la rosa perdida
en el interior de los vientos de una derrota inconsolable.
Sigues en mis anhelos
con tu vuelo en mi brazos, el candor en las mejillas
y enciendes en mi mirada
la sombra cineraria de los héroes marchitos
que no encontraron el canto en mi corazón de viajero.
Sigues en mi memoria moviendo los instantes
con el trago doloroso
con el trago doloroso
del primer verso que buscaba tu mirada y tu libreta,
sufro ese momento como si fuera tuyo
y me detengo en tu imagen
cada vez que lo escribo en tus labios todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.