sábado, 28 de enero de 2012

Para beber la huella de tu rostro


Para beber la huella de tu rostro 
y arrebatarle al aire su fragancia 
quise desperezarme 
del terrible marasmo de la nada. 

Entonces sueños, entonces golondrinas 
cabrían en mi voz enamorada 
y acercarían el vuelo a aquella tarde 
cuando entre tristes árboles pasabas. 

Serías tú misma el sueño y el amor, 
serías la muerte cuando me mirabas.


(Abril - 1991)

4 comentarios:

  1. Bellas palabras para definir el amor que en ese momento sentías pero creo que lleno de indecisiones.
    Preciosa poesía Enrique. Me encantan los dos primeros versos.
    Un gusto leer tu forma tan bonita de versar.
    Un abrazo.

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  2. Elda, no por habituales, dejan de ser importantes para mí tus comentarios. De hecho me han hecho ser más consciente de lo importante que es tener personas que leen atentamente mis poemas, y que, mirando hacia atrás, se me vaya haciendo difícil encontrar algunos para colgarlos en el blog, porque se intenta responder a unas expectativas, ya sabes como admiro a los cantantes que lo dan todo aunque tengan un público muy reducido. Coincido Elda, contigo en que los dos primeros versos del poema son los más hermosos, surgieron así y ya no pude cambiarlos.

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  3. Una preciosidad de poema, con mucha calidad poética y lleno de romanticismo. Magníficos los dos primeros versos y los dos últimos.
    Todo un placer su lectura.

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  4. Gracias, Elisa. Es uno de esos poemas que surgen de una vez y que apenas tienes tiempo para reflexionar sobre lo que has escrito. Me agrada que hayas resaltado versos llenos de significado y que pueda contar contigo entre las personas que los comentan. Me gustaría, Elisa, si es posible, devolverte la visita.

    Un saludo.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.