Esta versión del poema de
Boris Pasternak (1890-1960) “Es Primavera” la he realizado de una
traducción inglesa que me ha parecido extrañamente bella. Escrito
en plena juventud del autor, en 1918, en el marco de las guerras
civiles que siguieron a las Revoluciones, nos hace una idea de la
capacidad de síntesis del sufrimiento disfrazado de apatía del
autor del Doctor Zhivago, y su valía como el poeta que nos entregará
una crónica sellada de aquel mundo violento y arbitrario, donde no
siempre era fácil distinguir entre víctima y verdugo. Disidente
calmo y obstinado, sobrevivió a Stalin, aunque no observó en ello
un claro aperturismo ni pudo librarse de la amargura en sus últimos
años.
Es primavera, vuelvo de la calle donde tiembla el álamo,
donde se pierde la lejanía y el edificio anuncia sus ruinas,
donde el aire es azul como el petate
del enfermo tranquilo que abandona el hospital.
Donde el crepúsculo está colgado, como el cuento interrumpido
que, abandonado por su estrella, no acaba de terminar.
Así de inexpresivos e incomprensibles veo
estos miles de ojos que se quejan en el marasmo.
Sencillamente hermoso. cuando leo algo que me y toca esa fibra tan dúctil como es el entendimiento de un a hermosa expresión poética, siento que mi alma está bien.
ResponderEliminaramo la poesía será por eso. un gusto estar en tu "casa" de poemas y escritos que revolotean para el gusto del que entre. Gracias por seguir mi "casita" de poemas y desde ya estaré acompañándote en tus escritos. Saludos desde Argentina .
Gracias María Susana, este poema es hermoso a pesar del patetismo de los seres humanos y los edificios que le rodean, casi derruidos. Pienso que el entonces joven y siempre delicado Pasternak necesitó para vivir su aventura como hombre que la poesía le recordara cuanto hay de bello, muy a pesar de la crueldad de aquellos que no pueden controlar todos los elementos para alimentar una doctrina, sea en parte; la naturaleza o una mirada displicente o evocadora; o en su totalidad; el paso de las estaciones.
ResponderEliminarEl paso de las estaciones desde una pupila siempre joven,
ResponderEliminarsiempre asombrada de que entre los matojos se encuentre la rosa.
Te encontré, Efe. Y me alegro.
Hasta pronto.
Gracias, Susi. Este gran poeta es apenas conocido, como tal, entre nosotros. Es difícil, no podía expresarse con libertad, pero fascinante en la descripción de su mundo interior y el sufrimiento colectivo. Su Doctor Zhivago sólo puede entenderse como una novela rara y genial escrita por un poeta.
ResponderEliminarMe alegro, Susi, de haberte encontrado.
Ay amigo, como me alegro de que hayan aumentado las visitas a tu blog, y lean a un poeta lleno de sentimientos que expresa de forma tan magistral, por lo menos a mi me lo parece.
ResponderEliminarPreciosos todos los versos que forman esta versión.
Me quedo con los dos primeros de cada estrofa si me lo permites, (no para copiarlos), sino porque me han encantado.
Un abrazo.
Gracias, Elda. Sé que el mérito es de otro, pero me siento recompensado de sobras con pensar que mis ideas acerca de la poesía no van descaminadas.
ResponderEliminarPasternak es, dentro de aquellos que escribieron en otra lengua, un autor que siempre me ha gustado, si logro a través de mi opinión y mi convencimiento que alguien le preste la atención que merece; bueno. Si además ese alguien enriquece su poesía con aportaciones originales y profundas; mejor.
Es un hermoso poema. Gracias por mostrarnos la belleza de la poesía, no sólo a través de tus letras sino de las de otros poetas como en este caso. Su faceta como poeta ha sido posiblemente eclipsada por la de escritor por eso, quizás, o al menos yo, apenas conozco casi nada de su poesía. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarHa sido para mí, Beatriz, encontrarme con tus comentarios un sorpresa muy agradable. Hasta ahora tengo unos pocos amigos cuyo calor no deja de alentarme. He intentado saber algo de ti, pero algo debe fallar en el link.
ResponderEliminarRespecto a lo que me comentas debemos fiarnos de los críticos rusos o no rusos especializados en su lengua, casi unánimemente afirman que Pasternak es el mejor poeta ruso del siglo XX. El Doctor Zhivago está alcanzando el reconocimiento que merece en nuestros días, liberándose por fin, de polémicas, ya que en ambos lados del Telón se hizo un uso propagandístico excesivo que acabó por amargar los últimos años de la vida del escritor, mediando una renuncia dolorosa al Premio Nobel, y el miedo a que personas próximas a él pudieran sufrir represalias.
No queda invierno Lara para que soñemos mientras se marchita la flor de tu sonrisa, y yo me encamine sin pensarlo hacia tu casa. Cuando quieren callarte soy yo quien permanece mudo, quien calla y no te hablas. Estos años han pasado entre la miseria y la muerte. Te agradezco que no hayas apagado el pábilo de tu silencio, que me ames aunque sepas que ya no puedo amar.
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