1
Te besaré algún día como lo hice entonces,
con los ojos cerrados y el corazón abierto,
esperando en la calle como un árbol dormido,
como un árbol sin hojas que tu olvido abrigara.
Te besaré algún día como si me muriera
y de la misma muerte brotara lo prohibido.
En esa noche oscura escribiré un poema,
solo, enamorado, en esa noche ocsura
recordando tus alas y el último crepúsculo,
recorriendo tu huella como si me esperaras,
como si aún me amaras a pesar de la noche
que se embarga en los ojos para no ser del alba
como si abierta al viento la falda de tu infancia
penetrara en mi alma en vuelo decadente
y escribiera en mi pechodel tiempo la fragancia
donde el reloj no tenga lamentos ni agujas.
Te besaré algún día como si fueras tuya
y de quererte darme tu aurora me tuviera.
2
La huida de la rima
Recordando aquel tiempo he vuelto a las ventanas,
a la noche de amor que soñaba en tu alcoba,
y he vuelto a escribirte
cuál viajero errante que cansado volviera
a una patria exiliada.
Ya no soy quien te amó, y aún así te amo
por lo que no recuerdas, por lo que me despierta
el fuego y la palabra
y la caricia que abre
este querer doblar esquinas ante los versos
edificando goznes sedientos de campana.
Ya no soy el muchacho que leía y soñaba,
que rimaba la luna para acunarte siempre,
me ha mordido ese perro que los otros soltaron,
y me duele hablarte, no hablarte o encontrarte,
sabiendo que no esperas de mi lengua susurros,
ni el roce de mis manos,
la canción en mi alma,
sabiendo que yo soy frecuencia modulada
en calles sin antenas,
bosques de indiferencia.
3
He vuelto a mirarte a los ojos y tiemblo
Como un árbol en un poema
Como un loco que alejándose
no sabe decir qué le duele
qué piensa
que no sabe hablar en el mismo idioma
que tuvieran
las plantas y el letargo
que pudieron admirarte.
18/02/2008
4
Si Patsy Cline cantara como entonces,
y volviera a dolerme como si me alumbrara
la linterna mojada de la noche fundida
en agua de tormenta,
cuando “Crazy” sonaba,
te abriría una carta para que me leyeras,
supieras del dolor
que no supo expresarse.
Vuelve como una herida que se abre en el viento.
hoy se siente tan sola
como si hubiera muerto para siempre,
como si loca hubiera
vagado por las rimas
que dejaste olvidadas para no recordarme.
Si Patsy Cline cantara y a alguien
le importara
escuchar y llorar
este paso del tiempo que no tiene piedad,
que devasta las horas que conmigo cantabas.
19/02/2008
5
Me preguntas por las olas
oscuras
de aquellos días,
mis lágrimas tan lejos,
yo tan triste, olvidado.
No pude ver el mar,
ni el amor me llamaba.
Tejí una lengua rota
para hablarte de luna,
para escribir poemas
que nunca he comprendido.
Y te busco, te busco.
Nadie quiere escucharme,
y tengo tanto que decir,
tanto que decir
para que esta oscuridad
no sea sólo mía,
y amarrando recuerdos
volver a ser
quien te amó en la tierra,
sin mitos, sin fronteras.
6
Neruda estaba triste
como una enredadera de tus sombras
y el vaivén de solapas
que se hundía
en el bar del país de las mañanas.
Yo te quería en la lluvia,
en la propagación de los sentidos,
en la arteria lejana
que se vestía de azul,
en los libros mojados con tu nombre...
en la vida sin futuro que esperaba
Y Lennon recordaba;
su chaqueta de olvido parecía transpirar
en aquellas aceras,
en el banco de piedra
donde solía esperarte,
leyendo su memoria.
Y Lennon recordaba...
Yo lo recuerdo siempre.
20/02/2008
7
Ya no está la taberna anclada en nuestro puerto,
en tu ansia de besos no pasan los instantes,
y he perdido el último eclipse de tu luna
sin que tú lo supieras, sin tocar tu almohada.
Ya no quiero la soga que tendía tu amor,
no quiero este dolor de muros que me llaman
sin ventanas, ni brisa para reconfortarme,
que cubren la locura de aquel adolescente
de este corazón que latía y te buscaba
una palabra siempre para poder amarte.
21/02/2008
8
Oscuro callejón perdido en el tormento,
divagar sin salida donde tropiezo y vago.
Esta lluvia, este viento son como los poemas
que nunca se escribieron y siguen en el alma.
Como un sueño abortado o agosto en las escenas
de un Fellini que, errático, se filma en el pasado,
en bambalinas rotas, en guirnaldas sin flores,
en el polvo de feria de un carrusel fingido,
voy recitando versos en un idioma extraño,
reivindico la risa cuando pasan los brutos
con trajes de diseño y normas aprendidas,
y el viento de levante detenido en la niebla
ahonda en este clamor de sonrisa fingida,
se funde con la piel que no encuentra refugio,
y esta paz sin color, sin despertar, sin arte
hace que me enamore siempre de tus tormentas.
22/02/2008