miércoles, 19 de febrero de 2014

Acerca de la muerte a un poeta



   
    
Ya ves, José Antonio, lo solos que nos vamos quedando en tu ciudad y la mía, y es cierto que da la impresión de que hay más gente y de que nuestra lengua está siendo ejecutada sin ningún caballero sin espada que vaya a Madrid a defenderla. Sí ya sé que no naciste aquí, pero como decía Max Aub, otro tipo raro, como tú, como Max Estrella, uno suele ser de donde pasa el bachillerato, me dirás que no lo estudiaste aquí, pero en eso no puedo darte la razón, acabaste tu vida arrinconado en una oscura función dentro de la profesión de las batas blancas por dejar demasiadas asignaturas pendientes, amaste Ceuta en la que reconocías una innegable vocación occidental, una parte indisoluble de Andalucía. No pudiste saber el palo que nos dio Kiko Veneno, sí, el que nos emocionaba con "En un mercedes blanco" y "Echo de menos"; yo me enteré de sus declaraciones a las nueve de la noche en las columnas del Siete Colinas con los papeles sellados en la mano. Los españoles negamos lo que nos pertenece y está lleno de nuestra cultura; evidentemente, con predominio andaluz, pero no falta representación de cierta importancia de ningún lugar de España, no, Kiko no es el único catalán que se arranca por bulerías. Esa es nuestra gran herida, tú que llegaste del Sur, que conociste la poesía, que no hubo tugurio que no frecuentaras, sabes lo difícil que sienta al corazón que le digan que eres algo hasta los veinte años y que a partir de ahí le pongan otra etiqueta.

        Y aquí estamos, José Antonio, sin hablar apenas de poesía. En este foro desde el que me dirijo a ti se ha abierto un debate de poesía. Recordando aquella noche imagino que no te gustaría algunas de las cosas que se dicen, mira que no dejaste a Byron en buen lugar, con un estilo demasiado grandilocuente, el mismo con el que recitabas tus poemas y por esas cosas difíciles de explicar me desviaste primero hacia Shelley y me quedé con Keats, ningún poema te hubiera hecho tanto honor, ahora que eres cenizas, como "La oda a una urna griega". Hölderlin fue otra cosa, aclaramos que su obra pseudo-filosófica estaba demasiado lastrada por la erudición, que su "Archipiélago” naufragaba un poco, en su conjunto, para la sensibilidad y los anhelos modernos, pero cuando aparecían Diotima, Dios y la Poesía (La Naturaleza, La Libertad y el Sueño del Espíritu Clásico, había que volver los ojos hacia él, hacia la tierra, entonces prisionera de los turcos, ahora de los banqueros alemanes, en donde surge) probablemente consiguió el mismo efecto que Miguel Ángel logró cuando pintó al Dios creador en la Capilla Sixtina; Dios no tiene rostro pero a casi todos se nos viene a la mente cuando queremos dárselo el que pintó él, porque dudaba y no quiso que nadie más lo hiciera; el hombre de 1503 necesitaba a Dios para desenvolverse en la miseria cotidiana.


Te gustaría mucho lo que algunos compañeros han dicho de la poesía, en algunos casos con mensajes cortos pero contundentes. Puedes estar tranquilo, son muchos los que verdaderamente la aman, bueno, si no muchos, son de los irreductibles, y como dijo Bécquer; “Podrá no haber poetas, pero siempre....”


(Alexander Chandler)

4 comentarios:

  1. Hola, Enrique.
    He pasado un buen momento leyendo esta conversación póstuma con tu amigo y poeta, José Antonio.Se siente la amistad que os unía y el interés por la poesía. Me han gustado también las referencias literarias sobre poetas, cuyos versos han ido pasando por mi mente.

    Tu prosa es entrañable, contagiosa de aquellos años tu nostalgia de los buenos momentos.Qué gran recuerdo deja la amistad cuando se han vivido momentos importantes compartidos.

    De los catalanes que cantan flamenco, supongo que conoces a Mayte Martín y a Miguel Poveda.

    Enrique, me encanta cómo escribes.Gracias a ti, Ceuta me la imagino en positivo.

    Un abrazo.

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    1. Primero y ante todo excusarme, Fanny, en estos días escribo pero no leo a causa de un problemilla que las personas que me quieren no saben asimilar. Lo único que me ocurre es que me siento feliz y lo exteriorizo demasiado, nunca he sabido qué era eso y cometo locuras que no necesitan tratamiento.

      Siempre me has entristecido que me digan que escribo mejor en prosa.

      A través de ti lanzo un viaje en una botella, Ceuta está herida de muerte, los gauris, ya te explicaré lo que significa esa palabra de uso frecuente entre los nuevos españoles que llevan a Muhammad en el corazón. Hindúes, ceutíes, judíos, hemos sido vendados por los ceutarras, políticos y militares de alta graduación. Los caballas están cargados de buenas intenciones, están conformados por musulmanes españoles de tres y cuatro generaciones y cristianos de toda la vida, pero más que soluciones proyectan un programa ilusorio e imposible..

      Salvad a Ceuta, Fanny , necesitamos a nuestro país más que nunca, que no se nos ahogue un hombre más porque prefiera la muerte a la brutalidad despiadada de la policía marroquí. Mohamed VI y su padre el tirano han sido amigos del gigante americano, que les permite todo.

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  2. Me llegan estas palabras tan sentidas, tan urgentes, de amor dolorido a la tierra en que habitas, escenario de tragedias y de políticas corruptas despiadadas.
    Qué difícil debe serte el vivir ahí con tu corazón de poeta palpitando por salvar la ciudad, tan olvidada de unos y de otros.

    Un abrazo solidario, Enrique.

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    1. Ha sido, Fanny, un sentimiento que ha ido cambiando a medida que lo hacían las cosas,precisamente fueron los aires de democracia los que nos fueron enredando, hay quien nunca será demócrata aunque tenga una vida confortable por el cargo electo que atesora y culturas que no comprenden el sentido de que mayoría absoluta no significa gobernar sin ningún freno. Vuelvo a a sentir el soplo de Dios, su presencia inflexible y el ninguneo de la razón. No quiero obsesionarme, pero hay dos joyas que están siendo erosionadas, si además está el problema de los subsaharianos que no se sabe o no se quiere solucionar, estamos condenados a volver constantemente a escuchar noticias terribles. Eso duele, las responsabilidades están tan repartidas que no hemos notado que ningún organismo haya emprendido medidas realmente eficaces.

      Un abrazo.

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Debo tener en cuenta lo que me dijiste algún día y no escuchar tu silencio de ahora.