que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre
( y por lo tanto pura;
que adoro la luz sólo si no me ofrece esperanza.
(Pier Paolo Pasolini - Análisis tardío. Traducción: Hugo de Beccacece)
que me gusta embarrarme porque el barro es materia pobre y por lo tanto pura;
que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.
Pier Paolo Pasolini
Traducción de Hugo Beccacece
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que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.
Pier Paolo Pasolini
Traducción de Hugo Beccacece
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que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.
Pier Paolo Pasolini
Traducción de Hugo Beccacece
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que adoro la luz sólo si no ofrece esperanza.
Pier Paolo Pasolini
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Será una noche de otoño,
en una playa tranquila
donde busque el recuerdo
de los días perseguidos
de aquella juventud difícil
y trágica,
hermosa, sin embargo,
porque nunca
ha sabido marcharse de mi frente,
de mi pecho de lirio,
de este corazón que aún busca la verdad
y siente
que no fue un delirio
de la sangre efervescente
que aún me brota.
Aún no he aprendido
a sentir lo que no siento,
a decir lo que se espera;
el bienestar ha envenenado
el alma de los que luchaban
por sobrevivir en otros tiempos
que me nublan los ojos.
Se acercará algún joven
con el cabello rizado
que no podrá vender un rostro
que no le pertenece
pues lo dejó en el lienzo
de un lombardo atormentado.
En Ostia o en Trieste
cuando florezcan los tilos,
o en cualquier descampado
donde jueguen la noche y el deseo
me llamará la muerte, como lo suponía,
con el cuerpo marcado
por los golpes del Calvario
cuando,
en los gestos que el sol esculpía en bronce,
había creído ver
las puertas que Ghiberti había abierto.
¡Señor, no me dejaste escuchar tus gemidos!
¡Señor, me abandonaste y me dejaste la cruz!
El ruido del mar que me llama
más allá de la vida
entonces presagiaba
una noche distinta, un corazón gozoso
porque el cuerpo exultaba en la ceremonia
de un beso
que por un instante eterno
llevaría el amor a estos labios que te cantan.
¡Señor, me arrebataste la fe de tu mirada!
¡Señor, me abandonaste en el mar de los pobres!
(24/03/13-24/12)2014)
Un poema magnífico Enrique. Tenía necesidad de tu profunda y bella poesía. Acaso no es la belleza lo único incapaz de marchitar el tiempo? Tu instante es eterno y tus labios siguen cantando. Quizás la mar de los pobres sea esto,la llamada de la poesía y la fe el vasto dominio del universo poético.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo amigo mío.
He ido encontrado, María, argumentos y actitudes para llevarlos a lo que escribo en personas a las que admiro, casi siempre relacionadas con el mundo del arte. Pasolini me apasionó a partir de conocerlo como poeta y eso cuando apenas había leído unos cuantos versos. Me alegro de seguir en contacto contigo.
EliminarUn abrazo.
Enrique, estimado amigo, como María yo también tenía necesidad de leer y admirar tu profunda poesía, los mundos interiores que habitan en ella, la elegancia con la que caminas por cada verso, algunos de ellos son poemas aparte en los que uno se detiene sin tiempo y retiene las sensaciones...cada vez admiro más lo que escribes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Gracias, Toño, la verdad es que siempre que leo lo que escribes me resultas tan cercano y con ese talante extraño y acogedor, que ya me gustaría tener, que hace que una relación de este tipo se te represente como si se desarrollara tomando un aperitivo entre amigos después de una buena comida. Si además me dices lo que me dices..
EliminarUn abrazo
Excelente poema, muy emotivo en el que has sabido reflejar de una forma inequívoca el carácter de Pasolini. Recuerdo que fuiste tú quien me hizo conocer su faceta poética. En su película, él aprovecha el Evangelio de San Mateo pero le imprime un carácter único. En este poema tú has sabido reflejar a Pasolini, mejor de lo que lo hubiera hecho él mismo. He buscado en tu blog un poema que escribiste también sobre Pasolini y que me dejó impresionada, al fin lo encontré en abril de 2011, "Pasolini en el recuerdo". Lo he vuelto a leer y ahora me gusta aún más.
ResponderEliminarNo me explico, Beatriz, por qué me pienso tanto darte una respuesta, como si hiciera falta una excusa para comunicarme contigo y, así, he dejado escapar tantas cosas que te hubiera dicho. Me resulta muy halagador lo que me dices, pero no puedo estar de acuerdo contigo, ponerte en la piel de otro es un ejercicio condenado al fracaso y que empiezo a sospechar que practico por cuestiones genéticas. Hay algo que se me pierde en la insistencia en escribir poemas que se sustentan en la personalidad apasionante del poeta italiano, hay personajes a los que he admirado tanto o más que a él y no les he escrito nada. De todo lo que he escrito sobre él creo que éste contiene los momentos más emotivos.
ResponderEliminarUn abrazo.